Los científicos que estudian los tiburones frente a las costas de Nueva Zelanda han descubierto que tres especies de aguas profundas brillan en la oscuridad, incluida una que ahora es el vertebrado luminoso más grande conocido en el mundo.

La bioluminiscencia, la producción de luz visible a través de una reacción química de los organismos vivos, es un fenómeno generalizado entre la vida marina, pero esta es la primera vez que se documenta y analiza en el tiburón cometa, el tiburón linterna de vientre negro y el tiburón linterna del sur. 
El tiburón cometa, que puede llegar hasta 180 cm de longuitud, es ahora el vertebrado luminoso más grande conocido: lo que los investigadores denominaron un “tiburón luminoso gigante”.

Los tiburones fueron recolectados durante una encuesta de peces en Chatham Rise en la costa este de Nueva Zelanda en enero de 2020. Los investigadores, de la Université Catholique de Louvain en Bélgica y el Instituto Nacional de Investigación del Agua y Atmosférica (NIWA) en Nueva Zelanda, dijeron que los hallazgos tuvieron repercusiones para nuestra comprensión de la vida en las profundidades marinas; uno de los ecosistemas menos estudiados del planeta.

Estos tiburones viven en lo que se conoce como la zona mesopelágica o "crepuscular" del océano, entre 200 y 1000 metros de profundidad, más allá de la cual no penetra la luz solar. Vistos desde abajo, los tiburones aparecen a contraluz contra la brillante superficie del agua, dejándolos expuestos a posibles depredadores sin ningún lugar donde esconderse.

Los investigadores sugieren que el vientre brillante de estas tres especies puede ayudar a camuflarlas de cualquier amenaza que pueda atacar desde abajo.

En el caso del tiburón milano, que tiene pocos o ningún depredador, es posible que la especie de movimiento lento utilice su brillo natural para iluminar el fondo del océano mientras busca alimento, o para disfrazarse para acercarse a su presa.

Se necesitarían más estudios para confirmar cualquiera de las hipótesis, escribieron los investigadores en un artículo publicado en la revista Frontiers in Marine Science , así como para comprender cómo funcionaba la bioluminiscencia de la especie y las posibles implicaciones para las relaciones presa-depredación.

"Teniendo en cuenta la inmensidad de las profundidades marinas y la presencia de organismos luminosos en esta zona, ahora es cada vez más obvio que la producción de luz en profundidad debe desempeñar un papel importante en la estructuración del ecosistema más grande de nuestro planeta", escribieron los investigadores.