El último gran informe de situación del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático por sus siglas en inglés), el panel de especialistas colaboradores de la ONU, que desde 1988 establece las bases de lo que hoy conocemos como cambio climático, fulmina al negacionismo y considera como algo “inequívoco” que la humanidad “calentó la atmósfera, el océano y la tierra”, lo que ha generado “cambios generalizados y rápidos” en el planeta. 

La anterior edición de este estudio es de 2013 y desde entonces las evidencias se han multiplicado, al igual que los artículos y análisis científicos que muestran las consecuencias de una crisis que generó y continúa generando cambios en el clima “sin precedentes” y que en algunos casos podrían tardar siglos o milenios en corregirse. 

Entre las consecuencias directas, además de la subida de las temperaturas medias, figuran los fenómenos meteorológicos extremos. Se trata de eventos similares a las olas de calor o las lluvias torrenciales que se están viviendo en las últimas semanas por distintas partes del globo y que ya han aumentado en intensidad y frecuencia debido al calentamiento generado por el ser humano, según confirma el informe, que tiene más de 3000 páginas.

El estudio que se hizo público ayer es el del grupo de trabajo I del sexto informe de evaluación del IPCC y en su elaboración han participado 234 expertos de 66 países, entre los que se cuentan varios de nuestro país. Los científicos han revisado más de 14.000 artículos y referencias publicadas hasta ahora para realizar su síntesis sobre los efectos físicos que ya ha tenido el calentamiento y los posibles escenarios en función de los gases de efecto invernadero que emita la humanidad en las próximas décadas.

Una mirada artística del calentamiento en la portada del Sexto Informe del IPCC
Una mirada artística del calentamiento en la portada del Sexto Informe del IPCC

Esos gases se liberan fundamentalmente cuando se queman los combustibles fósiles para generar energía y son los responsables del sobrecalentamiento del planeta. Desde la Revolución Industrial las emisiones no han parado de crecer, llegando hoy a niveles extremos. Dos ejemplos: la concentración en la atmósfera del dióxido de carbono (CO₂) —el principal de ellos— es la más alta a la que se ha llegado en los dos últimos millones de años; las de metano y óxido nitroso —los otros dos grandes precursores del calentamiento— no habían alcanzado niveles tan altos en los últimos 800.000 años. 

Esto tiene una consecuencia clara: el aumento de la temperatura media global está ya en 1,1 grados respecto a los niveles preindustriales (el año 1850 se toma como referencia); y el ritmo de calentamiento planetario es tal que no hay precedentes de un proceso similar en al menos los últimos 2.000 años, apunta el informe del IPCC.

El estudio advierte de que el incremento de la temperatura seguirá al menos hasta mediados de este siglo pase lo que pase, independientemente de las medidas de mitigación en curso. A partir de 2050 las cosas se pueden poner realmente complicadas, porque no se logrará que el nivel de calentamiento se quede entre los 1,5 y 2 grados “a menos que se produzcan reducciones profundas en las emisiones de CO₂ y otros gases de efecto invernadero en las próximas décadas”. 

En el peor escenario, si no se actúa y las emisiones siguen creciendo al mismo ritmo que hasta ahora, el informe estima que a finales de este siglo se llegaría a un incremento de 4,4 grados, algo que multiplicaría también la intensidad y frecuencia de los fenómenos extremos. Los científicos recuerdan que la última vez en la que se llegó a un nivel de calentamiento por encima de los 2,5 grados fue hace tres millones de años, cuando apenas existían primitivos antecesores de los seres humanos.