Un reducido estudio con cloroquina, medicamento estrechamente relacionado con el fármaco de hidroxicloroquina que el presidente Trump promovió con entusiasmo, fue cancelado en Brasil después de que los pacientes con coronavirus que tomaban la dosis más alta desarrollasen frecuencias cardíacas irregulares, aumentando el riesgo de arritmias potencialmente mortales.

En el estudio, patrocinado por el estado brasileño de Amazonas, participaron 81 pacientes hospitalizados en la ciudad de Manaos. Aproximadamente la mitad de los participantes del estudio recibieron una dosis de 450 miligramos de cloroquina dos veces al día durante cinco días, mientras que al resto se les recetó una dosis de 600 miligramos durante 10 días. En tres días, los investigadores comenzaron a notar arritmias cardíacas en pacientes que tomaban la dosis más alta. Al sexto día de tratamiento, 11 pacientes habían muerto, lo que condujo a un final inmediato del segmento de dosis altas del ensayo.

"Para mí, este estudio transmite una información útil, que es que la cloroquina causa un aumento dependiente de la dosis en una anormalidad en el electro cardiograma que podría predisponer a las personas a la muerte cardíaca súbita", dijo el Dr. David Juurlink, un internista y la cabeza de la división de farmacología clínica en la Universidad de Toronto.

Los investigadores dijeron que el estudio no tenía suficientes pacientes en la porción de dosis más baja del ensayo para concluir si la cloroquina era efectiva en pacientes con casos graves de Covid-19, la enfermedad causada por el coronavirus. "Se necesitan con urgencia más estudios que evalúen el medicamento antes en el curso de la enfermedad", dijeron los investigadores.

A pesar de sus limitaciones, los doctores en enfermedades infecciosas y los expertos en seguridad de drogas dijeron que el estudio proporcionó evidencia adicional de que la cloroquina y la hidroxicloroquina, que se usan para tratar la malaria, pueden representar un daño significativo para algunos pacientes, específicamente por riesgo de una arritmia cardíaca mortal. Los pacientes en el ensayo también recibieron el antibiótico azitromicina, que conlleva el mismo riesgo cardíaco. Los hospitales en los Estados Unidos también están usando azitromicina para tratar pacientes con coronavirus, a menudo en combinación con hidroxicloroquina.

El presidente Trump los promovió con entusiasmo como un posible tratamiento para el nuevo coronavirus a pesar de las pocas pruebas sobre su utilidad, y a pesar de las preocupaciones de algunos de sus principales funcionarios de salud. Las empresas que fabrican ambos medicamentos están de cualquier modo aumentando la producción por que el apoyo entusiasta del Trump motorizó un inmediato repunte en sus ventas.