"La reaparición del Ébola fue una sorpresa para todos nosotros. Pensamos que había terminado y en cambio... el mundo entero está ahora dedicado a la lucha contra Covid-19 que es el principal problema de salud, pero en nuestro país tenemos que enfrentar un doble desafío: la Covid-19 y el Ébola". Fueron las palabras de Monseñor Marcel Utembi Tapa, Arzobispo de Kisangani, en la República Democrática del Congo, al Catholic News Service en una entrevista.

Hace pocos días, apenas tres días antes de que la Organización Mundial de la Salud declarara el fin de la epidemia en el país de África central, reaparecieron tres casos en el país: un joven de 26 años murió en Beni, luego una muchacha falleció el día de Pascua y, por último, una tercera persona, cuyo caso ya había sido notificado. Las nuevas infecciones llegaron 54 días después del último caso, y 40 días después del último alta del hospital de un paciente curado de la enfermedad del Ébola.

El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que la agencia "ha mantenido equipos de intervención en Beni y en otras áreas de alto riesgo precisamente por esta razón".

"Se han puesto en práctica vacunas y la búsqueda de contactos para detener la propagación de la enfermedad en la región de Beni y sus alrededores, el epicentro de la epidemia del Ébola", es el testimonio de Ghislain Mukana, jefe del programa para la salud integrada de los servicios de socorro católicos en el Congo.

Mientras tanto, como se ha mencionado, la pandemia de Covid-19 también ha llegado al país: la República Democrática del Congo ha confirmado 165 casos de Covid-19 y 6 decesos. Según los funcionarios, la principal zona de transmisión es Kinshasa, la capital del país, tanto es así que se están haciendo planes para ampliar las zonas de cierre de la ciudad, aunque también se ha informado de un pequeño número de casos en otras regiones.

Es sorprendente, pero la población parece sensibilizarse más con la Covid-19 aunque el Ébola tenga una letalidad unas 10 veces mayor.  
"A diferencia del Ébola, que es una epidemia localizada, el Covid-19 es una pandemia, y la gente se está dando cuenta rápidamente de la gravedad de la situación", dijo Mukana, "mi opinión es que la población será más receptiva a los mensajes de prevención sobre el Covid-19 de lo que ha sido en las zonas afectadas por el Ébola".


CONTRA EL EBOLA LA OMS RECOMIENDA ESPERAR 42 DÍAS

La OMS recomienda esperar dos periodos completos de incubación (42 días) desde que el último paciente dé negativo por segunda vez o, en caso de fallecimiento, el día después de ser enterrado, antes de proclamar el fin del brote.
La epidemia, declarada el 1 de agosto de 2018 y que ha afectado a tres provincias del noreste del país -Ituri, Kivu del Norte y Kivu del Sur-, ha causado 2.264 muertes y 3.448 casos, hasta la fecha.
En esas provincias, el control de la epidemia se ha visto obstaculizado por el rechazo de algunas comunidades a recibir tratamiento y la inseguridad en la zona, en dónde el corte de los cordones sanitarios se ha empleado como arma de guerra.
Es la segunda epidemia más grande y letal de la historia después de la que afectó a África Occidental de 2014 a 2016, que causó más de 11.000 fallecidos, y la mayor a la que ha hecho frente la República Democrática del Congo, donde la enfermedad es endémica.
El virus del Ébola se transmite a través del contacto directo con la sangre y los fluidos corporales contaminados, provoca fiebre hemorrágica y puede llegar a alcanzar una tasa de mortalidad del 90% si no es tratado a tiempo.