La isla italiana de Lampedusa enfrenta una emergencia humanitaria debido al flujo de migrantes que llegan a sus costas desde el norte de África. En los últimos dos días, miles de personas desembarcaron en frágiles embarcaciones, sobrepasando la capacidad de la pequeña isla mediterránea.

Lampedusa, ubicada estratégicamente entre Túnez, Malta y Sicilia, es a menudo la primera parada para muchos migrantes que buscan alcanzar la Unión Europea en busca de una vida mejor. En las últimas 48 horas, aproximadamente 7,000 personas llegaron a la isla, que históricamente los ha recibido con hospitalidad y solidaridad, pero que ahora se encuentra al borde de una crisis humanitaria, según advirtió el alcalde Filippo Mannino a la radio italiana RTL 102.5.

"Europa y el gobierno italiano deben intervenir de inmediato con una operación de apoyo rápida y una transferencia ágil de personas", instó Mannino. 

El desafío migratorio representa un desafío para el gobierno de Giorgia Meloni, que asumió el poder en octubre pasado con la promesa de tomar medidas más estrictas en materia de inmigración. El viceprimer ministro Matteo Salvini expresó su consternación por la falta de apoyo de otros miembros de la Unión Europea, calificando estas llegadas como "un acto de guerra" y "la muerte de Europa".

Meloni, en una conferencia celebrada en Budapest, mencionó que si bien una migración legal controlada puede ser económicamente beneficiosa para Europa, no puede ser la solución a la crisis demográfica que enfrenta el continente.

Las autoridades de Lampedusa, que cuentan con un centro de recepción de migrantes con una capacidad oficial de solo 400 personas, se encuentran en una situación desesperada. El miércoles, albergaban a unas 4,000 personas en estas instalaciones. Decenas de migrantes saltaron la cerca en un intento por escapar del hacinamiento, lo que generó tensiones en la instalación.

Para aliviar la situación, las autoridades están organizando traslados de migrantes a Sicilia. En el muelle, los migrantes esperan abordar los ferries bajo el ardiente sol de finales de verano, protegiéndose con toallas sobre sus cabezas.

Naby Bangoura, originario de Guinea, expresó su gratitud por la recepción en Italia después de llegar en un barco desde Túnez, donde estuvo en el mar durante dos días con otras 35 personas. Sin embargo, la situación también se está replicando en otras partes de la región. Datos preliminares de España revelan que el número de migrantes que llegan a las Islas Canarias se ha triplicado a 2,891 personas en las primeras dos semanas de septiembre. España menciona la inestabilidad en Senegal como uno de los factores que alimentan este aumento.

La agencia fronteriza de la Unión Eueopea, FRONTEX, alertó que el Mediterráneo central sigue siendo la ruta más activa hacia la UE en 2023, con casi 114,300 detecciones reportadas por las autoridades nacionales en los primeros ocho meses del año. Esta es la cifra más alta para este período desde 2016, y se prevé que la presión migratoria persista en los próximos meses, dado que los contrabandistas ofrecen precios más bajos para partir desde Libia y Túnez en medio de una feroz competencia entre los grupos criminales.

Cabe recordar que el gobierno italiano, bajo el liderazgo de Giorgia Meloni, implementó restricciones a las actividades de los barcos de rescate de organizaciones benéficas.