El presidente estadounidense Donald Trump informó este martes que su administración suspendería temporalmente la aportación económica que le hace a la Organización Mundial de la Salud (OMS) por una supuesta "mala gestión y encubrimiento de la expansión del coronavirus".

El anuncio sorprendió a la comunidad internacional y las reacciones no se han hecho esperar.

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, fue uno de los primeros en responder a la polémica decisión asegurando que ahora "no es el momento" para cortar fondos a la OMS.

"Creo que la Organización Mundial de la Salud debe ser apoyada, ya que es absolutamente fundamental para los esfuerzos del mundo para ganar la guerra contra el covid-19", dijo en un comunicado.

"Ahora (...) no es el momento de reducir los recursos para las operaciones de la Organización Mundial de la Salud o cualquier otra organización humanitaria en la lucha contra el virus", agregó.

Por su parte, el ministro del interior de Alemania, Heiko Maas, advirtió contra "culpar a otros" por la crisis del coronavirus.

"Culpar a otros no ayuda. El virus no conoce fronteras", tuiteó Maas.

El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, también desaprobó la medida.

"No hay razón para justificar este movimiento en un momento en que se necesitan sus esfuerzos más que nunca para ayudar a contener y mitigar la pandemia de coronavirus", tuiteó el político español.

Por su parte, el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, calificó la decisión de Trump como "profundamente lamentable".

En el continente oceánico, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, dijo que no estaba de acuerdo con los argumentos dados por el presidente Trump y dijo que la OMS era un instrumento clave en la lucha contra el coronavirus.

"En un momento como este, cuando necesitamos compartir información y necesitamos consejos en los que podamos confiar, la OMS nos ha proporcionado eso", dijo.

"Continuaremos apoyándola y continuaremos haciendo nuestras contribuciones".

China, por su parte, instó a Washington a continuar cumpliendo con sus obligaciones con la OMS.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país, Zhao Lijian, indicó que la pandemia se encontraba en una etapa crítica y que la decisión de Washington afectaría a todo el mundo.

Y en Australia, si bien el primer ministro Scott Morrison simpatizó con las críticas de Trump a la OMS, el dirigente también resaltó la "gran cantidad de trabajo importante" que realiza como organización y la importancia de trabajar conjuntamente con ella.