Sumando los resultados de siete países asiáticos, incluidos los líderes en generación, la energía solar les evitó un gasto de 34.000 millones de dólares en combustibles fósiles en la primera mitad de 2022, y la consecuente disminución de gases de efecto invernadero.

China, India, Japón, Corea del Sur, Vietnam, Filipinas y Tailandia ahorraron el 9 por ciento del costo total en combustibles fósiles entre enero y junio, según un informe publicado conjuntamente por el grupo de expertos Ember con sede en Londres y el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio, y el Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero.

“Los países asiáticos han demostrado que es posible un despliegue solar rápido, dando un ejemplo notable y brindando lecciones valiosas para sus pares en la región”, dice el Dr. Achmed Shahram Edianto, analista de electricidad de Ember Asia en la presentación del reporte.

“A medida que los precios de la energía solar y el almacenamiento caen en picada y comienzan a materializarse los ahorros, parece que el dominio solar en Asia llegará mucho antes de lo esperado”.

Por país

China, el país con la mayor capacidad solar del mundo, tuvo el mayor ahorro: unos 21.000 millones de dólares con la energía solar cubriendo ya el 5 % de su demanda total de electricidad.
Japón vio la segunda contribución más grande con 5600 millones de ahorro solo considerando la generación de energía solar, que alcanzó niveles récord para el país en mayo.

En India, en donde la velocidad de implante de las energías alternativas es todavía lenta, se ahorraron 19,4 millones de toneladas de carbón que habrían acentuado aún más la tensa oferta interna y complicado el panorama financiero.

La matriz puede variar, pero las energías limpias se expanden. Gráfica: Ember, reporte citado
La matriz puede variar, pero las energías limpias se expanden. Gráfica: Ember, reporte citado

El caso de Vietnam es un excelente ejemplo de cuán rápido puede desplegarse la generación solar. En 2018 su generación eléctrica alternativa era prácticamente cero pero este semestre la generación de energía solar representó el 11 por ciento de la demanda de electricidad, equivalente a 14 TWh.

Tailandia lideró el sudeste asiático en inversiones solares, especialmente con su reciente instalación de energía solar flotante en el norte del país, que puede conectarse fácilmente a las líneas de transmisión de alto voltaje existentes.

La granja hidro-solar flotante en Sirindhorn es capaz de reducir las emisiones de carbono del reino en 47 000 toneladas cada año, como parte de su compromiso continuo de alcanzar la neutralidad de carbono para el año 2050.

Datos de Chile

En nuestra región, el ejemplo del despliegue rápido de las energías alternativas es Chile. Según los datos de Ember, esta ves en alianza con la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (ACERA), por primera vez la suma de energía solar y eólica superó a la generada quemando carbón.

A diferencia de nuestro país, Chile depende fuertemente del carbón en la generación de energía: aproximadamente un cuarto de su generación eléctrica tiene ese origen. Sumado al gas y el petróleo, el año pasado representaban el 68% de su matriz energética.

Por eso cobra significación el dato de reemplazo. La energía solar y eólica generaron el 27,5% de la electricidad de Chile durante los 12 meses de octubre de 2021 a septiembre de 2022, superando por primera vez a la energía del carbón (26,5%).

Y eso fue posible porque en solo tres años, la generación eléctrica solar y eólica de Chile se duplicó de 9 TWh (12%) en 2018 a 18 TWh (22%) en 2021. De hecho, desde 2016, el aumento de la demanda de electricidad de Chile se ha cubierto en su totalidad con energía eólica y solar. Las emisiones anuales cayeron un 6 % entre 2016 y 2021, a pesar de que la demanda general de electricidad aumentó un 11 % en el mismo período.

Esta expansión de las energías alternativas, igual que en los países de Asia analizados, representa enormes ahorros para nuestro vecino porque allí no se dispone de reservas propias de gas y petróleo.

Argentina: ni tanto ni tan poco

La matriz energética de nuestro país es bien diferente, claro, porque la disponibilidad de recursos en bien distinta: en 2019 prácticamente no utilizamos carbón (menos del 1%) y el 85% de nuestra energía venía del gas de pozo y de petróleo.
La disponibilidad de reservas abundantes de gas ha ido orientando nuestra matriz hacia la utilización de gas natural, que en ese año representaba casi el 55% del recurso energético primario del país.

Tal vez sea esa la causa que explica que, a pesar del impulso a políticas públicas del sector, la expansión no sea tan rápida como la de Chile.

En promedio, en el año 2021, el 13% de la demanda total de energía eléctrica fue abastecida a partir de fuentes renovables, un incremento significativo respecto a 2020, cuando este origen representó el 10% de la demanda del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM). Puede notarse que el dato de Chile es que, sólo considerando solar y eólica, ya representan 27,5% de su matriz energética.

En Argentina la Ley 27.191 estableció el objetivo de llegar al 20% del abastecimiento eléctrico con fuentes renovables recién en 2025.

En 2021 se habilitaron 26 proyectos de gran escala que añadieron un total de 1.004,57 MW al Sistema Argentino de Interconexión (SADI). Del total de potencia instalada incorporada en 2021, el 97% correspondió a fuentes de energías renovables (en Chile fue el 100%). Actualmente, Argentina cuenta con 187 proyectos operativos que sumarán 5.181 MW de potencia a la matriz energética nacional.

La tecnología que contribuyó con mayor generación en el año fue la eólica (74%), seguida por fotovoltaica solar (13%), los pequeños aprovechamientos hidráulicos (7%) y las bioenergías (6%), según datos de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (CAMMESA).