La jefa del Gobierno autónomo de Hong Kong Carrie Lam anunció que retirará el polémico proyecto de extradición que provocó una serie de protestas que inició a fines de marzo.

Es la primera vez que el gobierno accede a la demanda de los protestantes. El proyecto plantea la extradición de sospechosos a el Gobierno de China.

Sin embargo, Lam rechazó las otras exigencias de los protestantes: la creación de una comisión independiente que investigue el comportamiento de la policía, levantar los cargos contra detenidos, iniciar una reforma democrática y su renuncia.

A su vez, anunció que implementará medidas para "conocer el malestar" de sus conciudadanos.