En plena reapertura gradual del país tras semanas de cuarentenas y medidas de aislamiento social intermitentes y desparejas, Estados Unidos superó hoy los 100.000 muertos por coronavirus, sin llegar aún al esperado pico de la pandemia a nivel nacional.

Después de un fin de semana largo con playas y parques abarrotados de gente que despertó las alertas de expertos y autoridades, un informe científico advirtió que la curva de la pandemia sigue en ascenso en al menos la mitad del país y ayer, el ex director de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) Scott Gottlieb informó sobre un alza en las internaciones en diez estados.

Por ejemplo, Florida, uno de los estados que comenzó a reabrir su economía y su vida diaria bajo la presión expresa del presidente y férreo aliado del gobierno estadual, Donald Trump, registró una cifra récord de muertes diarias: 60.

En total, el estado ya suma más de 52.600 casos confirmados y más de 2.300 muertos, según el último balance oficial, citado por la agencia de noticias EFE.

Ninguno de los estados donde la pandemia sigue creciendo tienen una crisis sanitaria y mortuaria como la que llegó a tener Nueva York, el epicentro del brote en el país que ya parece haber alcanzado su pico, pese a que la ralentización de nuevos casos es aún lenta.

Sin embargo, esos nuevos brotes son suficientes para que el país siga sumando a gran velocidad muertos y contagiados, al punto de que el conteo de la Universidad de Johns Hopkins llegó hoy a los 100.047 decesos y a cerca de 1,7 millones de contagios.

Fuente: Télam