Ecuador ratificara el rumbo neoliberal inaugurado por Lenín Moreno, que llegó al gobierno como candidato del correísmo y luego traicionó a sus propios votantes girando hacia políticas ligadas a la derecha en lo económico y Estados Unidos en política exterior.

Guillermo Lasso se impuso a Andrés Aráuz este domingo, en el balotaje presidencial.

Escrutados de manera oficial más del 97% de votos, consiguió el 52,5 más de los votos, contra el 47,4 de su oponente.

Lasso es el representante del poder financiero, muy vinculado a las guaridas fiscales, fue presidente del Banco de Guayaquil y gobernador de la provincia de Guayas y luego superministro de Economía de Yamil Mahuad, el presidente que junto a Domingo Felipe Cavallo dolarizó la economía. Esta era la tercera vez que se presentaba como candidato a presidente de la derecha ecuatoriana. Fue en estas elecciones la apuesta geoestratégica de los Estados Unidos para mantener su influencia en la costa del Pacífico de Sudamérica.

Ecuador no se suma entonces a esta segunda ola de progresismo del siglo XXI en Latinoamérica, donde ya están embarcados países como la Argentina, México y Bolivia.

El candidato vencido, Aráuz, es un economista de 36 años de formación heterodoxa con una amplia trayectoria a pesar de su juventud. A los 26 años fue director del Banco Central y los 30 ministro de Conocimiento y Talento Humano de Rafael Correa. Estudió su carrera de grado en la Universidad de Michigan, su posgrado en Economía Financiera en México y también vivió en Rusia.

Su rival reconoció la derrota. Y el expresidente Rafael Correa, exiliado hace varios años por causas judiciales, le solicitó al mandatario electo "el fin del lawfare".