El Ejército israelí impidió el paso en un puesto de control con Cisjordania de las primeras vacunas contra la covid-19 enviadas a la franja de Gaza. La Autoridad Palestina acusa a Israel de haber retenido desde el lunes hasta este miércoles mil dosis de la vacuna Sputnik V, de fabricación rusa, destinadas a la inmunización del personal sanitario que corre mayor riesgo de contagio en el enclave costero.

Un portavoz del órgano militar que gestiona la ocupación de los territorios palestinos aseguró el martes que el material sanitario había sido bloqueado a causa de “una decisión política” del Consejo de Seguridad Nacional, que depende del primer ministro, Benjamín Netanyahu.

Al comienzo de la pandemia fueron los respiradores y el material de protección, ahora han sido las vacunas las que se convirtieron en objeto de presión de Israel sobre las milicias palestinas de la franja de Gaza, con las que se enfrentó en tres guerras entre 2008 y 2014.
La precariedad del sistema sanitario de la franja es patente tras haber quedado semiarrasado en los sucesivos conflictos armados y deteriorado por el bloqueo impuesto por Israel. Los dos millones de habitantes del enclave, confinados desde hace 13 años en apenas 375 kilómetros cuadrados, han tenido que afrontar con limitada ayuda exterior las consecuencias de la pandemia.

La ministra de Sanidad palestina, la doctora Mai al Kaila, aseguró que “las dosis retenidas van dirigidas al personal sanitario que trabaja en las unidades de cuidados intensivos para pacientes con covid-19 de Gaza y en servicios de urgencias”.
Para el portavoz de Hamás Hazem Qasem, “el bloqueo de las vacunas es un crimen que viola el derecho humanitario internacional”. ONG israelíes –como Gisha y Médicos por los Derechos Humanos, citadas por Efe– han responsabilizado a Israel de imponer un castigo colectivo a la población civil gazatí que viola la Convención de Ginebra sobre derecho humanitario de guerra.

Varios diputados de la Kneset (Parlamento israelí) han justificado que el envío fuese bloqueado, a fin de impedir que se desvíe para inmunizar a los jefes políticos y militares de Hamás, que Gobierna de facto en la franja desde 2007. También exigieron que las vacunas sigan retenidas mientras el movimiento islamista no libere a dos israelíes cautivos en el enclave y devuelva los restos de dos militares abatidos en la contienda de 2014.

Rehenes como excusa
El presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores y Seguridad de la Cámara, Zvi Hauser, reclamó el martes al Gobierno que explicase las razones para permitir la entrega de las dosis de Sputnik V “mientras haya rehenes israelíes secuestrados”. El diputado de la coalición árabe Lista Conjunta Ahmed Tibi expresó su indignación ante un debate en el que se intentaba justificar el bloqueo de las vacunas. “Vuestros hijos se sentirán avergonzados de vosotros”, recriminó a los parlamentarios.