El emir de Kuwait disolvió el jueves el parlamento, la última disolución que afecta a la legislatura de la nación rica en petróleo en medio de años de estancamiento político.

La agencia de noticias estatal KUNA anunció el decreto del emir gobernante del país, el jeque Meshal Al Ahmad Al Jaber, quien culpó de la decisión a declaraciones “ofensivas y descontroladas” de los legisladores.

Las disputas políticas internas han estado afectando a Kuwait durante años, incluida la reforma del sistema de bienestar de Kuwait, que impidió que el jeque se endeudara. Eso le ha dejado con poco en sus arcas para pagar los inflados salarios del sector público, a pesar de generar una inmensa riqueza a partir de sus reservas de petróleo.

El Parlamento ha sido disuelto repetidamente después de no haber logrado avanzar, y en 2023 el Tribunal Constitucional de Kuwait anuló un decreto de 2022 que revocaba otra anulación similar. Luego, el difunto emir del país anuló nuevamente ese parlamento y celebró elecciones para un nuevo parlamento, que ahora ha sido anulado con la decisión del jueves.

Kuwait, una nación con unos 4,2 millones de habitantes y diez veces más pequeña que la provincia de Córdoba, tiene la sexta mayor reserva de petróleo conocida del mundo.

Ha sido un firme aliado de Estados Unidos desde que la Guerra del Golfo de 1991 expulsó a las fuerzas de ocupación iraquíes de Saddam Hussein. Kuwait alberga a unos 13.500 soldados estadounidenses en el país, así como el cuartel general de avanzada del ejército estadounidense en Medio Oriente.