El pangolín, un mamífero de escamas que es una de las especies que más se trafican por el mundo podría ser el eslabón que conecte a los murciélagos y a los humanos en las transmisión de la epidemia de coronavirus que se originó en un pueblo de China y causó más de 600 muertes.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Agricultura del sur de China idetificaron a esta rara especie como el posible "huesped intermedio".

"Las secuencias del genoma de la nueva cepa de coronavirus aislada en pangolines resultaron en un 99% idénticas a las de las personas infectadas, lo que indica que los pangolines pueden ser un huésped intermediario del virus de acuerdo con el estudio", rezaba el texto que difundió la agencia estatal china Xinhua.

De todas maneras los investigadores aclararon que la relación entre los humanos y el pangolín, a través de la comida, todavía debe estudiarse con mayor profundidad.

La carne de esta especie en extinción desde 2016 es muy codiciada mientras que sus escamas, huesos y órganos se usan en la medicina tradicional asiática. En Asia y Africa se comercian de forma ilegal 100.000 pangolines por año según la ONG WildAid.