La ciudad de Río de Janeiro, la segunda más grande y principal destino turístico de Brasil, declaró este martes la cesación de pagos a raíz de la severa crisis económica y fiscal que golpea al municipio gobernado por el intendente Marcelo Crivella, un pastor evangélico cuya reelección para 2020 cuenta con el respaldo del presidente Jair Bolsonaro.

El Diario Oficial del Municipio de Rio de Janeiro anunció este martes que suspendió todos los compromisos de pago hasta “nueva orden” para “ajustar las cuentas” a raíz de medidas judiciales que obligaron a Crivella a pagar los sueldos atrasados del sector público.

Rio de Janeiro, segundo municipio de Brasil detrás de Sao Paulo, con casi 7 millones de habitantes, transita una crisis económica que perjudicó, por ejemplo, el pago de salarios de médicos y de empresas tercerizadas proveedoras de los hospitales municipales.

De hecho, el municipio anunció que suspendió el pago de la segunda cuota del aguinaldo de los trabajadores locales. 

Crivella, del partido Republicanos, es un político y pastor evangelista, yerno del fundador de la Iglesia Universal, el magnate de medios Edir Macedo, alineado públicamente con el gobierno de Bolsonaro.

La Defensoría Pública acusa a Crivella de recortar unos 400 millones de dólares del presupuesto de salud desde 2017 y en la práctica perjudica sobre todo a los programas de atención a las embarazadas en las zonas más pobres, como la norte y la oeste.

La cesación de pagos, también, tiene que ver con una decisión del tribunal de la justicia laboral que condenó a Río a pagar los salarios atrasados en el área de salud.

Pero la gravedad de la situación sorprendió hasta los propios jueces: el embargo determinado por el fallo fue del equivalente a unos 100.000 dólares, pero en la caja municipal de salarios apenas había el equivalente a 55.000 dólares.

Según una encuesta del domingo de Datafolha, Crivella tiene reprobación del 72% de su gestión y apenas 8% de aceptación.