El día de la elección ya pasó, pero fundamentalmente a causa de la gran cantidad de votos por correo, aún Estados Unidos no sabe quién presidirá al país por los próximos cuatro años.

Con el fracaso de las encuestas previas como condicionante, Donald Trump retiene sus expectativas reeleccionarias con su triunfo en Florida, además de Ohio y Iowa.

En la búsqueda de acceder a los 270 votos electorales, Joe Biden logra relevantes victorias en Nevada, Arizona y Minnesota.

En el marco de una adhesión mucho mayor, es cierto, pero el aspirante demócrata ya cuenta con el logro de haber obtenido más votos que su antecesora (y derrotada) Hillary Clinton. Se sabe, sin embargo, que el número de votantes tampoco es definitorio. Se trata, en realidad, de más de cincuenta elecciones en una.

En el país del norte, el sistema es semirepresentativo, por lo cual en cada distrito se eligen representantes.

De modo concreto, en casi una decena de estados el conteo está abierto. En muchos otros las tendencias son irreversibles o los comicios concluyeron.

Sin embargo, los recuentos de sufragios en los tres estados que le dieron al republicano la victoria en 2016 vuelven a ser claves: Pensilvania, que otorga 20 delegados, por un lado, Michigan (16) y Wisconsin (10), por el otro.

Aquí la gran cantidad de votantes que lo hicieron por correo complica las cosas, y podría estirar algunos días la definición.

Desde temprano, Trump acusó a sus oponentes de "fraude", prometió acudir a la Corte Suprema y consideró "una vergüenza" la situación.