El avión que cayó en el Canal de la Mancha en el accidente aéreo que le produjo la muerte al futbolista argentino Emiliano Sala en 2019 no estaba en buenas condiciones para volar según se lo confesó al piloto David Ibbotson, también falleció en la tragedia, a un amigo antes del siniestro, reveló hoy la prensa inglesa. 

Según salió a la luz, el piloto se contactó telefónicamente con su amigo Kevin Jones y en el diálogo admitió que la aeronave Piper Pa-46 Malibú presentó fallos técnicos mientras se encontraba en el aire con destino a Francia para recoger a Sala que debía viajar a Cardiff, Gales, indicó la BBC Sports. 

En los audios se escucha al piloto reconocer un “estadillo y una humo” dentro de la aeronave Piper Malibu que se precipitó al océano el 21 de enero de 2019. “Estaba en la mitad del Canal de la Mancha y ‘bang’. 

Estaba volando y luego boom,. Pensé, ‘¿qué pasa?’ Así que adelanté todo y verifiqué mis parámetros, todo estaba bien y seguí volando, pero llamó mi atención”, le dijo Ibbotson a Jones. El piloto continuó comentándole al amigo los inconveniente del avión al señalar: 

"Ese Malibu, de vez en cuando tiene como un humo. Puedes sentirlo en todo el fuselaje” a la vez que agregó: "El avión debe volver al hangar porque también presenta inconvenientes en el pedal del freno izquierdo". 

Por último, en la llamada se escuchó a Ibbotson reconocer que “normalmente tendría mi chaleco salvavidas entre mis asientos, pero mañana lo usaré”, haciendo referencia al viaje que realizaría con Sala con destino Galés. 

Sala, de 28 años, fue transferido en 15 millones de libras del Nantes de Francia al Cardiff City, que en en ese momento jugaba en la Premier League. 

El goleador, quien nunca jugó en la Argentina, se trasladaba en el vuelo hacia Cardiff para sumarse a su nuevo equipo desestimando el ofrecimiento del club galés de hacerlo en un vuelo comercial.

Télam