Además de las 220 mil muertes de Covid-19, concentradas en la población adulta, las cifras del Registro General de Empleados y Desempleados de Brasil (Caged), difundido este jueves (28) por el Ministerio de Economía, esconden otra tragedia, cuyas consecuencias impactarán en las generaciones más jóvenes. 

El primer rubro golpeado por la pandemia fueron hoteles, bares y restaurantes: despidieron a 227.896 trabajadores en las actividades de Alojamiento y Alimentación en 2020. El siguiente rubro fue Educación que despidió a 72.205 trabajadores con contrato laboral. Y la mayor parte de las bajas se concentraron en diciembre: 42.024 personas.

Cabe recordar que antes de la tragedia del Covid-19, Brasil tenía más de 12 millones de jóvenes entre 14 y 24 años que no estudiaban ni trabajaban. Con los requisitos de calificación y sin estudios, el año 2020 se perdió para la mayoría de los estudiantes, especialmente aquellos en la red pública, sin acceso a computadoras o wi-fi para estudiar a distancia en casa. Y el año 2021 comienza con malos augurios en Educación.

Los números de Caged reservan una triste realidad en la reanudación de clases en febrero en redes públicas y privadas de los principales municipios brasileños. Y el estado que tuvo el mayor número de vacantes en educación en diciembre es precisamente el más rico y poblado: São Paulo, con 46,4 millones de habitantes, despidió a 17.496 profesionales de la educación en todos los niveles al final del año.
Muchos estudiantes no encontrarán profesores y asistentes, así como profesionales de apoyo en las escuelas en el retorno a las aulas.