Las altas temperaturas que están asolando Australia han provocado que la premier del Estado de Nueva Gales del Sur (cuya capital es Sidney), Gladys Berejiklian, declare este jueves el estado de emergencia para los próximos siete días. “La mayor preocupación en los próximos días es la imprevisibilidad, con condiciones extremas de viento y temperaturas extremadamente altas”, señaló la mandataria. 

En esta región de Australia, la más castigada por los incendios que asolan el país con especial virulencia desde el pasado octubre, hay actualmente 100 focos activos. Este jueves, las llamas han provocado heridas a tres bomberos, que presentan graves quemaduras, y 12 casas han sido destruidas, informa The Sydney Morning Herald.

"Hemos tenido alrededor de 8.500 incendios en lo que va de temporada. Ese es el tipo de desafío al que se enfrentan los bomberos y el personal de servicios de emergencias todo el tiempo. Lo hemos visto día tras día, semana tras semana, mes tras mes desde el invierno", ha explicado Shane Fitzsimmons, el jefe de los servicios de bomberos rurales de Nueva Gales del Sur.

Un ejemplo de cómo se ha disparado el termómetro en esta región del planeta es que este jueves se registró la temperatura más alta en un mes de diciembre en Australia: 49,9 grados centígrados. Eso fue lo que registró la estación meteorológica de Nullarbor en el sur del país, superando el récord de 49,8 grados que tenía la estación de la región de Eucla. 

Estas altas temperaturas han provocado una oleada de incendios en Australia, sobre todo en Nueva Gales del Sur, donde se han quemado alrededor de 3 millones de hectáreas en lo que va de año. Para tomar idea de la magnitud, es lo que se estima que se perdió durante los incendios de Agosto en el Amazonas, sin embargo, la comunidad internacional de naciones parece tener muy diferente vara para cuestionar a Australia y a Brasil.

Ya hubo seis muertes y más de 800 viviendas destruidas. Pero lo peor puede aún estar por llegar. Según los servicios meteorológicos, el sábado el mercurio puede alcanzar los 47 grados centígrados en el oeste de Sydney, según informa The Age. Una muestra de la situación que se vive en esta ciudad, debido a los continuos incendios que asolan esta región del país, es que en los últimos 38 días sus habitantes han respirado un aire de poca calidad y en 28 de ellos los niveles de toxicidad se consideraban peligrosos. Esta situación se volvió a repetir este jueves.