Este martes las principales fuerzas de oposición de derecha y centroderecha italiana marcharon en Roma, y más de 60 ciudades de todo el país para exigirle al Ejecutivo que otorgue "más liquidez" a trabajadores y empresas golpeadas por la pandemia.

"Estamos en las calles para darle palabra a los que han sido abandonados por el gobierno", planteó el líder de la derechista Liga, Matteo Salvini, a la cabeza de una bandera italiana de 500 metros de largo con la que las fuerzas opositoras marcharon en la capital desde la Plaza del Popolo por la céntrica Via del Corso, sin respetar las medidas de distanciamiento social para prevenir la difusión del coronavirus.

Junto a Salvini estuvieron la líder de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, y el referente de Fuerza Italia y ex presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, en el día en que se conmemoran 74 años del nacimiento de la República Italiana.

"El presidente Mattarella pidió unidad y colaboración, nosotros desde estas calles llevamos propuestas, como que se eliminen las trabas y dificultades para acceder a los seguros de desempleo", afirmó Salvini, en referencia al pedido del mandatario italiano para que haya "cohesión" entre las fuerzas políticas porque "la crisis no terminó".

"Hay millones de italianos que vivían de su trabajo, les dijeron que paren y todavía no vieron la liquidez prometida. Necesitamos burocracia cero para reconstruir el país. No estamos acá para protestar sino para aportar soluciones", aseveró el ex vicepremier que ejerció ese cargo entre junio de 2018 y agosto de 2019.

"Queremos hacer propuestas concretas para demostrar a tantos italianos en dificultad que no están solos", planteó Tajani durante la manifestación, mientras 300 militantes de las fuerzas políticas sostenían la bandera, según el cálculo del diario La Stampa.

"Estamos aquí en nombre de los italianos olvidados. Le pedimos al gobierno que escuche estas calles, que los recursos vayan a ayudar a las empresas para que no cierren y a los que corren el riesgo de caer en la pobreza", añadió Meloni.