La idea es ampliar la ley de Derechos Humanos que rige en la ciudad de Nueva York.

En ese camino, la Comisión de Derechos Humanos del distrito más poblado de los Estados Unidos dio a conocer la necesidad de penar a quienes busquen “degradar, humillar o acosar a una persona” por su condición de extranjero.

De allí que, desde ahora, es delito llamar ‘inmigrante ilegal’ a otro, y del mismo se procederá con penas de hasta un cuarto de millón de dólares para quienes discriminen o acosen a quien hable en su idioma de origen, o no lo hagan en inglés.

La multa también incluye la frase “Vuelve a tu país” dentro de las penalizaciones.

El contexto son masivas deportaciones en los últimos tiempos, y la necesidad de protección de extranjeros en lugares públicos.

El comunicado del ente también le apunta directamente a la hostil política federal y a detenciones “poco honrosas” del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en las últimas semanas.