El Senado de Estados Unidos aprobó hoy un paquete de 2,2 billones de dólares para ayudar a comercios y trabajadores y reforzar el sistema de salud ante la epidemia de coronavirus, que ya ha dejado más de mil muertes en el país y disparado el desempleo.

El paquete de ayuda -el mayor de la historia estadounidense- fue aprobado por unanimidad pese a las dudas en ambos partidos sobre si será suficiente, luego de trabajosas negociaciones y con el país frente a un desafío sin precedentes.

La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, dijo hoy a periodistas en el Capitolio que esperaba que la ley de ayuda económica sea sancionada finalmente el viernes por esa cámara con "un fuerte apoyo bipartidario". Asimismo, el presidente Donald Trump ya adelantó que la promulgará de inmediato.

En tanto, el desempleo se disparó a niveles sin precedentes por la paralización de la economía como consecuencia del cierre de comercios y la detención de ciertas actividades por el coronavirus.

Según informó este jueves el gobierno, unas 3,3 millones de personas solicitaron prestaciones por la pérdida del trabajo la semana pasada, cuatro veces más que el récord hasta la fecha, en nueva evidencia de que la primera economía del mundo está cayendo en recesión por la pandemia.

En una entrevista con la cadena NBC, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo hoy que la economía "bien podría entrar en recesión”.

En todo el mundo, el número de muertos por coronavirus superó este jueves los 22 mil, incluyendo 1.046 fallecimientos en Estados Unidos, donde ya hay casi 70 mil infectados, según las cifras actualizadas de la Universidad John Hopkins.

Un total de 18 estados de Estados Unidos ya han adoptado cuarentenas pese a la resistencia de Trump, entre ellos Nueva York, el epicentro del brote en el país, con más de 30 mil casos y casi 300 muertos, la mayoría en la ciudad de Nueva York.

Autoridades sanitarias del estado han estado buscando camas y equipos médicos y pedido más médicos y enfermeras por temor a que el número de enfermos desborde los hospitales, como pasó en Italia y España, los países con más víctimas fatales por la pandemia.

La ciudad de Washington, capital de Estados Unidos, empezó anoche una cuarentena hasta el 24 de abril, decretada por su alcaldesa, la demócrata Muriel Bowser.

La medida incluye el cierre de los negocios no esenciales como peluquerías, gimnasios, tiendas de ropa, teatros, guías turísticas, discotecas, bares y restaurantes.

Seguirán abiertos supermercados, centros de salud, farmacias, bancos y guarderías. Las escuelas, por su lado, ya cerraron el pasado 16 de marzo, informó la agencia de noticias EFE.

En Washington, Trump llamó esta semana a los estadounidenses a mantener un distanciamiento social durante 15 días, incluyendo quedarse en casa a trabajar si es posible, y a cerrar bares y restaurantes para ayudar a contener la propagación del virus, que es altamente contagioso.

No obstante, el mandatario no quiere decretar una cuarentena total nacional y ha dicho que no permitirá que "la cura sea peor que la enfermedad", al parecer preocupado por el efecto devastador del virus en los mercados financieros y en sus chances de ser reelecto este año.

La oposición demócrata dice que Trump prioriza la economía sobre la salud y seguridad de los estadounidenses.

"Me gustaría decir, 'volvamos a trabajar el próximo viernes'. Sería maravilloso. Pero no puede ser arbitrario", dijo el ex vicepresidente Joe Biden, el demócrata con más chances de enfrentar a Trump en las elecciones de noviembre.

Biden dijo que el paquete del Senado "ayuda mucho", pero que se requería una "supervisión meticulosa" para garantizar que los trabajadores tengan rápidamente dinero en sus bolsillos y que las empresas ayuden a sus empleados con el dinero que reciben de los contribuyentes.

El paquete de estímulo fiscal es el triple del puesto en práctica en 2008 tras el estallido de la crisis financiera, que ascendió a 700 mil millones de dólares.

La propuesta actual incluye una partida de cerca de 250 mil millones que se reservarán para pagos directos a individuos y familias de 1.200 dólares para quienes tengan una renta de menos de 75 mil dólares al año, más 500 dólares por menor de 17 años.

Asimismo, se disponen 350 mil millones en préstamos para pequeñas empresas y otros 250 mil millones para ampliar los beneficios por seguro de desempleo.

También otorga 150 mil millones de dólares para apoyo a las autoridades locales y estatales, y otros 130 mil millones para reforzar el sistema sanitario, que en algunos lugares como en el estado de Nueva York comienza a estar saturado.

Por otro lado, el Pentágono congeló por 60 días los movimientos de tropas estadounidenses y de empleados civiles del Departamento de Defensa en el extranjero, una medida que afectará a unos 90 mil soldados que estaban por ser desplegados o por regresar a casa.