Al cumplirse un año de la notificación a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Estados Unidos abandonó formalmente el Acuerdo de París sobre el clima.

La decisión se formalizó este miércoles, en medio de la tensión por las elecciones presidenciales que se disputan el actual mandatario republicano, Donald Trump, y su rival demócrata, Joe Biden, que aún no tienen definición.

La economía norteamericana es la más grande del mundo y una de las que genera mayor impacto ambiental, por lo que su compromiso para la reducción de emisiones de carbono es clave y hoy depende mucho del resultado de la elección de presidentes.

Si Donald Trump logra ser reelecto, la lucha contra el cambio climático será responsabilidad de los estados, ciudades y empresas, sin el apoyo del Gobierno. Sin embargo, aún sin el apoyo de la Casa Blanca, podrían permitir una reducción del 37% de las emisiones de carbono de EE.UU. de aquí a 2030, según un informe del grupo America's Pledge, citado por la agencia de noticias AFP.

En cambio, Joe Biden, el candidato demócrata, propuso en su campaña presidencial un plan de 1,7 billones de dólares para que Estados Unidos llegue a un neto de cero emisiones de carbono en 2050, mientras Trump, quien debilitó varias protecciones ambientales durante su gestión, defiende la industria de los combustibles fósiles y cuestiona el cambio climático.

Acuerdo de París

Uno de los objetivos del Acuerdo de París, firmado en diciembre de 2015 por 195 países, incluido Estados Unidos, es limitar el alza de la temperatura global a 1,5°C respecto a la era preindustrial.

Se trata de un compromiso internacional para combatir el cambio climático y acelerar e intensificar las acciones e inversiones necesarias para un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono, a través de un consenso alcanzado entre los países participantes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

El Acuerdo de París hace que, por primera vez, todos los países tengan una causa común para emprender esfuerzos ambiciosos para combatir el cambio climático y adaptarse a sus efectos, con un mayor apoyo para ayudar a los países en desarrollo a hacerlo.