Comenzó el verano en Europa y ya se registra la primera ola de calor de la temporada.

Según detalló el pronosticador Accuweather, el fenómeno se debe a “una tormenta que se estancó sobre el Océano Atlántico y una alta presión sobre Europa central y oriental”, que “sacará aire muy caliente de África hacia el norte a través de Europa” y podría extenderse hasta el mes de julio.

Por su parte, la agencia meteorológica española AEMET indicó en su último boletín que "se superarán los 35ºC en amplias zonas del interior peninsular; incluso es bastante probable que se alcancen o superen los 40ºC en áreas del centro"

Así, por ejemplo, Alemania espera un nuevo "récord de calor". Berlín podría alcanzar los 37 grados este miércoles y a lo largo del verano superaría los 40,3°C registrado como récord en julio de 2015 en Baviera.

En Francia, esta período de altas temperaturas excepcional por su precocidad e intensidad podría llevar el termómetro hasta los 40ºC en varias regiones a partir del martes, inclusive en la capital París, donde se lanzó para acompañar a las personas mayores y enfermas, a los niños y a las personas sin techo.

Se espera que en Madrid la temperatura supere los 40 grados desde el jueves. Praga, capital de República Checa llegaría este miércoles a los 36 grados, al igual que Viena, capital de Austria.

De estas temperaturas sólo se salvará la región noroccidental de Bretaña. Registros similares se esperan en regiones que no suelen tener esas temperaturas como el norte de España, la mayor parte de Alemania, Bélgica, Holanda, República Checa, Hungría o Eslovaquia.

En Baleares podrán superarse los 35 grados, sobre todo en el interior de Mallorca. Sin embargo, Canarias, así como probablemente Galicia, Asturias y Cantabria, no se verá afectada por esta situación.

Además, las temperaturas mínimas serán también significativamente altas, manteniéndose por encima de los 20 grados en amplias zonas, e incluso podrían no bajar de los 25 grados en el interior de la mitad sur y centro peninsular, valle del Ebro y área mediterránea.

Una ola de calor también arrasó a Europa en 2018, provocando múltiples muertes en España y Portugal y condiciones de sequía en Alemania y Suecia. El continente experimentó el agosto más caluroso registrado el mismo año, según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus del Centro Europeo para el Pronóstico del Clima a Mediano Plazo.

Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, 2018 fue el cuarto año más caluroso del mundo, después de 2016, 2015 y 2017.