El brote de dengue en Filipinas ha sido declarado epidemia nacional después de causar cientos de muertes este año.

El país ha registrado 146.062 casos de dengue desde enero hasta el 20 de julio de este año, un 98% más que en el mismo período en 2018, dijo el departamento de salud. El brote ya se ha cobrado la vida de 622 personas. El grupo más afectado han sido niños menores de 10 años.

El dengue, una infección viral transmitida por mosquitos que se encuentra en los países tropicales de todo el mundo y es endémica en América del Sur, puede provocar hemorragias e insuficiencia orgánica en casos graves y no existe un tratamiento específico para la enfermedad. Según cifras de la OMS se calcula que cada año son hospitalizadas 500 000 personas con dengue grave, cuya tasa de letalidad estimada es del 2,5%. No obstante, muchos países la han reducido a menos del 1%, y la tasa de letalidad mundial ha disminuido en un 28% entre 2010 y 2016, gracias a que el tratamiento ha mejorado de forma significativa.

Las estadísticas muestras que tras un descenso del número de casos en 2017-18, en 2019 se está observando un fuerte aumento, comenzando por los países del hemisferio norte, ahora en pleno verano.

En el caso particular de Filipinas, el brote sigue a una prohibición a nivel nacional de la venta y distribución de la vacuna Dengvaxia, una vacuna contra el dengue hecha por la firma farmacéutica francesa Sanofi Pateur, en febrero. La compañía había estado en el centro de un escándalo en Filipinas a fines de 2017 y 2018, cuando decenas de niños que recibieron la vacuna como parte de un programa nacional de inmunización murieron. La firma reconoció que el producto podría poner a algunos niños en mayor riesgo.

Actualmente, la Dengvaxia es la única vacuna contra el dengue disponible en el mercado, pero la Organización Mundial de la Salud recomienda que solo se administre a las personas en áreas de alto riesgo que ya han estado expuestas al virus. Raramente se usa en proyectos de inmunización masiva.

El gobierno suspendió todos los programas de vacunación contra el dengue el año pasado y organizó una investigación sobre Dengvaxia. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) descubrió que Sanofi Pateur había "ignorado por completo las reglas y regulaciones gubernamentales" y en febrero el gobierno decidió prohibir la vacuna.

Sin embargo, el pánico en todo el país y la desconfianza generalizada de las vacunas causadas por el escándalo de Dengvaxia llevaron a que las tasas de vacunación contra el dengue y el sarampión cayeran en picada en Filipinas, lo que resultó en una epidemia de sarampión en todo el país y ahora una epidemia de dengue. Ya ha habido más de 35,000 casos registrados de sarampión y casi 500 muertes, un aumento del 600 por ciento respecto al año pasado.

Para combatir el brote de dengue, el departamento de salud dijo que estaba llevando a cabo una campaña para centrarse en encontrar y destruir los sitios de reproducción de mosquitos, al tiempo que emitía pautas para que las personas usen repelente de insectos y ropa que cubra la piel.