Finalmente, este domingo la novela llegó a su fin y Novak Djokovic será deportado de Australia, por lo que no podrá disputar el primer Grand Slam del año en el país oceánico. 

El presidente del Tribunal Supremo, James Allsop, anunció el fallo unánime de la corte luego de una audiencia virtual. Allí el tenista buscó apelar la cancelación de su visa por segunda vez desde que pisó suelo australiano, pero no tuvo éxito.

De tal forma que el Tribunal respaldó la decisión que tomó Alex Hawke, ministro de Inmigración de Australia, de revocar la visa de Djokovic por no estar vacunado contra el coronavirus.

El argumento de Hawke fue que la presencia del tenista podía suponer un riesgo para "la salud y el orden" de la población y ser "contraproducente para los esfuerzos de vacunación de otros en Australia''.

Anteriormente, el 5 de enero Djokovic llegó a Australia y fue detenido en el Aeropuerto de Melbourne por no contar con los documentos que justifiquen su decisión de no vacunarse y poder ser exceptuado al ingresar al país. Días después el serbio fue liberado y, de forma provisional, pudo ingresar al país.

Sin embargo, el último viernes el ministro de Inmigración de Australia volvió a rechazar el visado del tenista y aguardaban la resolución judicial que finalmente llegó este domingo.

Qué dijo Djokovic

Luego del fallo que determinó el peor escenario, el serbio expresó su descontento por la decisión:

"Estoy extremadamente decepcionado con el fallo del Tribunal de desestimar mi solicitud de revisión judicial de la decisión del Ministro de cancelar mi visa, lo que significa que no puedo quedarme en Australia y participar en el Abierto"

Sin embargo, aseguró que no pondrá palos en la rueda y que acatará la decisión tomada por el Tribunal: "Respeto el fallo de la Corte y cooperaré con las autoridades pertinentes en relación mi salida del país"