Un reporte oficial de la firma Uber dejó en claro que las garantías ofrecidas a través de la identificación previa del chofer y el vehículo, no son suficientes para impedir violaciones y acosos sexuales a bordo de sus vehículos.

Alrededor de seis mil agresiones sexuales se denunciaron, sólo en Estados Unidos, entre 2017 y 2018 por personas usuarias y sus conductores de Uber, adujo la compañía que presta el servicio de traslado con sede en San Francisco (California) en un informe sobre seguridad publicado este jueves.

La cifra de violaciones subió a 450 el año pasado con respecto a las 229 registradas en 2017, lo que representa una agresión en aproximadamente cada 5 millones de trayectos realizados por la compañía en el país norteamericano. El resto de las agresiones sexuales incluyen contacto con las partes íntimas, o intento de contacto.

"Cada uno de estos incidentes representa a un individuo que ha vivido una experiencia traumática. Pero no me sorprenden los números porque la violencia sexual es mucho más generalizada en la sociedad de lo que mucha gente piensa", lamentó el jefe legal de Uber, Tony West.

Uber especificó que si bien el 54 por ciento de los acusados de acoso sexual son conductores, un 45 por ciento son pasajeros, y el 1 por ciento restante es una tercera persona o alguien que no se ha podido identificar.