El primer dispositivo disponible comercialmente que podría denominarse correctamente como "teléfono inteligente" comenzó como un prototipo llamado "Angler" desarrollado por Frank Canova hace ya 30 años, aunque su presentación formal recién ocurrió en 1994.

Es cierto que la expresión “teléfono de inteligente” de aquella época probablemente no se aplique a los estándares actuales.  De hecho, el término "teléfono inteligente" no se acuñó hasta 1995 y la masividad de estos equipos puede situarse a partir de 2013 cuando los teléfonos inteligentes superaron por primera vez en ventas a los teléfonos convencionales.

Nueve años de reinado para el smartphone entonces. Y desde entonces ¿cuántos cargadores y cuántos cables de carga hemos descartado?; ¿no existe en cada casa un cajón, frasco, estante o recipiente de variada forma y tamaño, repleto de cargadores y cables inservibles?

Parece que el festival de los cargadores llegará a su fin, comenzando por Europa. Para el otoño de 2024, el USB tipo C se convertirá en el puerto de carga común para todos los teléfonos móviles, tabletas y cámaras que se comercialicen en la Unión Europea, según acordaron ayer los negociadores del Parlamento y el Consejo Europeos.

Fin de fiesta

El acuerdo provisional sobre la Directiva de Equipos de Radio modificada alcanzado, establece una solución de carga única para para una gran variedad de dispositivos electrónicos. 

Según las nuevas reglas, los consumidores ya no necesitarán un dispositivo de carga y un cable diferentes cada vez que compren un dispositivo nuevo, y podrán usar un solo cargador para todos sus dispositivos electrónicos portátiles pequeños y medianos. 

La lista incluye teléfonos móviles, tabletas, lectores electrónicos, auriculares, cámaras digitales, auriculares y cascos, consolas de videojuegos portátiles y altavoces portátiles que sean recargables a través de un cable. Todos ellos deberán estar equipados con un puerto USB Tipo-C, independientemente de su fabricante.
Los ordenadores portátiles también deberán adaptarse a los requisitos a los 40 meses de la entrada en vigor.

Además, la velocidad de carga también está armonizada para dispositivos que admiten carga rápida, lo que permitirá a los usuarios cargar sus dispositivos a la misma velocidad con cualquier cargador compatible.
Y los más importante: los compradores también podrán elegir si quieren comprar sus nuevos equipos electrónicos con o sin dispositivo de carga. 

Aunque esta ley es parte de un esfuerzo más amplio de la UE para reducir los desechos electrónicos y reducir el consumo, el impacto económico no es nada despreciables. Se estima que la nueva reglamentación ahorrará hasta 250 millones de euros al año en compras innecesarias de cargadores. 
Es que, sólo en Europa, se estima que los cargadores desechados y sin usar representan alrededor de 11 000 toneladas de desechos electrónicos al año.

La comunicación oficial del parlamento europeo recoge las declaraciones del parlamentario Alex Agius Saliba: “¡Hoy hemos hecho realidad el cargador común en Europa! Los consumidores europeos se sintieron frustrados durante mucho tiempo con la acumulación de múltiples cargadores con cada dispositivo nuevo. Ahora podrán utilizar un único cargador para todos sus dispositivos electrónicos portátiles”.

Mientras tanto, en Córdoba....

La cascada de eventos que haga que esta resolución europea "derrame" sobre estas pampas será larga y política: dependerá de que Europa se ponga de acuerdo con Estados Unidos y de que occidente y oriente también tengan algún punto de convergencia, ya que Japón, China y Corea son protagonistas mundiales de la telefonía. 

Eso hace presumir que seguiremos acumulando cargadores, cables y otros residuos electrónicos. Para evitar la acumulación en casa, es importante saber que la Municipalidad de Córdoba dispuso de contenedores en los CPC para el acopio de residuos eléctricos y electrónicos, desde teléfonos y cargadores hasta impresoras, televisores y computadoras, que son recogidas cada 15 días.

Ese trabajo lo realiza la empresa ProGeas para su posterior tratamiento en la ciudad de James Craick.