Francia teme por la llegada de una cuarta ola del Covid-19 y el presidente Emmanuel Macron comenzó a imponer condiciones para que la población se vacune. Aunque no es del todo obligatoria, el mandatario francés envió un mensaje a quienes no se vacunan.

En su discurso de este sábado expresó: “Ya no tengo ninguna intención de sacrificar mi vida, mi tiempo, mi libertad y la adolescencia de mis hijas, así como su derecho a estudiar adecuadamente, por quienes se niegan a vacunarse. Esta vez se queda usted en casa , no nosotros".

Para impulsar la campaña de inoculación, Macron anunció que quienes no se vacunen no podrán ir a cines y museos (desde el 21 de julio). Desde agosto, tampoco podrán ir a restaurantes y cafés y no podrán subirse a aviones o trenes. 

Si lo quieren hacer, deberán presentar una prueba negativa de Covid-19, la cual dejará de ser gratuita.

AP Foto/Michel Euler
AP Foto/Michel Euler

“Las restricciones pesarán sobre otros, aquellos que por razones incomprensibles, en el país de Louis Pasteur, la ciencia y la Ilustración, todavía dudan en utilizar la única arma disponible contra la pandemia, la vacuna", indicó. 

Tras los anuncios, se registró en Francia un considerable incremento en la intención de vacunación: más de un millón de personas se inscribieron para recibir la primera dosis.

Sin embargo, también hubo protestas contras las nuevas medidas. Este sábado se registraron movilizaciones en París y otras ciudades francesas para protestar contra estas nuevas disposiciones.