El cambio climático es un hecho, lo sabemos.

Los reportes del panel científico de la ONU sobre el tema advierten de los impactos globales que ya han comenzado a producirse y se profundizarán: extinción de algunas especies y sobrepoblación de otras, tormentas más destructivas, inundaciones y sequías, carestía y falta de alimentos junto con el previsible hambre que generarán, aumento del nivel de los mares, migraciones masivas y multiplicación de una serie de enfermedades asociadas a todos estos cambios.

Ahora bien, ¿es creíble suponer que todas estas alteraciones a escala mundial, regional y local no tendrán consecuencias políticas? Claro que no.

Las principales conclusiones de un informe publicado la semana pasada permiten ponderar mejor la posible relación entre los fenómenos del clima y la inestabilidad política. También alertan sobre un mundo dividido en tres categorías: la de los países aislados o protegidos, la de los países en situación precaria y la de los países decididamente vulnerables. 

Se trata del "Panorama de Riesgo Ambiental 2022", un reporte que todos los años elabora la consultora Versik Maplecroft, especializada en temas de medio ambiente, derechos humanos y riesgo político, que suministra información sobre sostenibilidad y resiliencia a escala local y global. La consultora tiene su centro de operaciones en la ciudad inglesa de Bathy oficinas en Nueva York, Londres, Singapur, Calgary, Ciudad de México y Buenos Aires.

El informe considera que “disturbios civiles, inestabilidad política, inseguridad alimentaria, migración masiva y empeoramiento de los derechos humanos son impactos secundarios del cambio climático”.

El razonamiento principal del trabajo es que a medida que los fenómenos meteorológicos extremos se vuelven más frecuentes se desencadenarán en cascada estos “riesgos climáticos de segundo orden” en una gran franja de países. Tal vez lo más interesante del informe es que, fundado en 32 factores de estudio, se terminan agrupando los países por su propensión a ser afectados en esta cascada.

Así, previsiblemente, las economías en desarrollo de África y Asia serán las más afectadas, pero no tan previsiblemente, el panorama en algunas naciones económica y geopolíticamente estratégicas como Brasil, México, Vietnam y Rusia, las muestra en una posición peligrosa. Incluso China podría encontrarse bajo presión si el cambio continúa acelerándose. 

El informe destaca que organizaciones y gobiernos ya están desarrollando extensos planes de mitigación para las amenazas climáticas físicas pero, en contrapartida, los niveles de inversión para analizar los riesgos secundarios muestran que prácticamente nadie atiende a los casi seguros impactos políticos, económicos y de desarrollo más amplios que se asociarán al calentamiento global. 

Cómo se realizó la evaluación

El reporte utiliza una serie de índices de riesgo que elabora la propia consultar y métodos estadísticos para evaluar el desempeño de 196 países en 32 problemas estructurales y dinámicos para producir lo que denominan “ Modelo de Resiliencia al Riesgo Climático en Cascada (CCRRM)”, un índice que permite categorizar a cada uno de los países incluidos en el trabajo.

Los problemas ponderados incluyen un amplio espectro de factores interconectados, como la exposición física a eventos relacionados con el clima, la estabilidad política, el poder económico, la seguridad de los recursos, los disturbios civiles, la pobreza, la situación de los derechos humanos, el sistema de salud, la corrupción y las características de la infraestructura existente. 

La lógica del trabajo es relativamente sencilla: sólo hay que pensar cada uno de estos factores como un ladrillo en un un dique: cuantos más ladrillos y de mejor calidad tenga el dique, mejor protegido estará contra las inundaciones.

El íncide de impacto se establece con la lógica de un dique de contención a los problemas. Gráfica: reporte citado, traducción propia
El íncide de impacto se establece con la lógica de un dique de contención a los problemas. Gráfica: reporte citado, traducción propia


Al mismo tiempo, la cantidad de agua que deberá contener el dique será diferente ya que no todos los países están igual de expuestos a los cambios físicos y políticos derivados del cambio climático: hay países más inundables que otros, países con más tendencia a la migración que otros y así.

El mapa global

En base al indicador construido en el reporte, según su habilidad para evitar riesgos climáticos en cascada, el mundo está dividido en tres grupos casi iguales que denominan “aislados” (también podría traducirse como “protegidos”), “precarios” y “vulnerables.

Los países sufrirán "impactos secundarios" del calentamiento global de modo desigual. Mapa: reporte citado
Los países sufrirán "impactos secundarios" del calentamiento global de modo desigual. Mapa: reporte citado

En los extremos no hay grandes sorpresas: están “aislados” de los impactos secundarios predominantemente los países más ricos del mundo, mientras que son “vulnerables” aquellos con ingresos más bajos.
Sin embargo, si puede sorprender el grupo medio donde países como China, Rusia, Arabia Saudita y Vietnam presentan fenómenos que pueden “romper el dique” de los resguardos y generar una cascada de acontecimientos sociales y políticos conflictivos.

El dique de Argentina y nuestra Región

En este mapa, Chile es el único país de la región que aparece en el grupo de “aisaldos”. Centro América, Colombia y Venezuela se encuentran entre los vulnerables.
En todo caso, lo sorprendente es que Argentina figure tan por encima de México y de Brasil, este último en el límite con los países vulnerables.

Los autores del reporte señalan que “los problemas sociales de alto riesgo, como el crecimiento de la población urbana () se combinan para aumentar la amenaza de disturbios políticos, violencia e incluso conflictos, lo que socava aún más la capacidad de un gobierno para abordar riesgos climáticos”.

Agregan que “las industrias del café, la caña de azúcar, la carne vacuna y la soja de Brasil atraen grandes inversiones del extranjero, lo que las hace fundamentales para la economía, pero también son muy sensibles a las perturbaciones climáticas y al cambio climático a más largo plazo. Nuestro análisis muestra que el país está al borde de caer en el grupo 'vulnerable', con el que comparte el 48% de los rasgos: un cambio de solo tres puntos porcentuales colocaría a Brasil en ese grupo”.