Hace una semana atrás, Inglaterra reabrió escuelas infantiles y de primaria, mientras Escocia, Gales e Irlanda del Norte -también parte de Reino Unido- se han desmarcado del plan trazado por el primer ministro, Boris Johnson, y no se plegaron a la apertura de colegios. 

Sin embargo, pese a esa decisión oficial, la asistencia a clases fue muy dispar debido a que muchos padres todavía tienen temor de enviar a sus hijos a los centros educativos y que se contagien de coronavirus: una encuesta oficial que reveló que sólo uno de cada cuatro niños regresó a las escuelas en ese país.

La apertura de centros educativos fue para los niveles de preescolar, primer y sexto año, que se sumaron así a los hijos de los trabajadores esenciales y los niños vulnerables, que nunca dejaron de tener clases durante el brote.

Ahora se conoció que el Gobierno del primer ministro Boris Johnson pretendía que todos los alumnos de primaria regresaran a clases antes del 21 de junio, cuando comienza el verano.

Pero, este martes, el ministro de Educación, Gavin Williamson, reconoció que no será factible por los temores expresados por docentes, padres y funcionarios locales ante el brote de coronavirus. Se espera que después de septiembre hnson pueda concretarse el regreso.  

Las autoridades escolares afirman que no hay suficiente espacio en las aulas para cumplir con las normas de distanciamiento social y traer de vuelta a todos.
 

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