Una unidad de las fuerzas británicas especiales SAS mató a detenidos y hombres desarmados en circunstancias sospechosas en Afganistán, según revela este martes una investigación de la cadena pública BBC.

Informes militares sugieren que una unidad habría matado de manera ilegal a 54 personas en una misión de seis meses en ese país, pero el antiguo responsable de la fuerza no trasladó las pruebas para ser investigadas. Según la BBC, al parecer los escuadrones de las SAS competían entre ellos para ver cuál mataba más gente, mientras que el escuadrón analizado por la cadena trataba de conseguir el mayor número de cuerpos.

Al parecer, el general Mark Carleton-Smith, exjefe de las Fuerzas Especiales del Reino Unido, recibió información sobre estas muertes ilegales pero no elevó las pruebas a la Real Policía Militar (RMP), incluso después de que ésta iniciara una pesquisa.

Unos correos electrónicos internos muestran que los oficiales al más alto nivel de las fuerzas especiales estaban al tanto de posibles muertes ilegales, pero que no fueron denunciadas a las autoridades policiales a pesar de que estaban legalmente obligadas.

El general Sir Mark Carleton-Smith era el jefe de las Fuerzas Especiales del Reino Unido cuando la policía militar investigó el SAS en 2013. 

Carleton-Smith, que llegó a ser jefe del Ejército antes de dimitir el mes pasado, no ha querido hacer comentarios sobre estas denuncias, reveladas por el programa Panorama de la BBC. El Ministerio británico de Defensa indicó que no quería hacer comentarios sobre denuncias específicas y un portavoz se limitó a decir que las fuerzas del Reino Unido “sirvieron con coraje y profesionalismo” en Afganistán.

El programa de la televisión pública británica analizó cientos de folios de los relatos de las SAS, incluso datos sobre unas redadas llevadas a cabo por un escuadrón de las SAS en la provincia de Helmand en 2010/11.

Algunas personas que sirvieron en un escuadrón de la SAS que fue desplegado en Afganistán admitieron haber visto que miembros de esa unidad mataron a personas desarmadas en redadas nocturnas.

La BBC ha analizado varios informes que encajan con un patrón de muertes en el que la justificación para abatir a un detenido había sido la amenaza ante el uso de un kalashnikov o el repentino intento de lanzar una granada.

Fuente: Huffington Post.