Ministras y legisladores del oficialismo italiano criticaron hoy la flexibilización de la cuarentena dispuesta por el primer ministro Giuseppe Conte y aseguraron que esperaban una decisión "con más coraje" ya que consideran que "muchas empresas corren el riesgo de no poder volver a abrir".

"Honestamente, esperábamos una decisión con más coraje: se podía, se debía osar más", planteó la ministra de Agricultura, Teresa Ballanova, en una entrevista que publica hoy el diario República.

Conte decidió ayer anunciar una flexibilización gradual de la cuarentena a partir del 4 de mayo, que permitirá la apertura de negocios minoristas desde el 18 del mes próximo, y de los bares y restaurantes, desde el 1 de junio.

Sin embargo, mantiene por el momento cerradas las posibilidades de moverse de una región a otra.

Bellanova planteó que "muchas haciendas corren el riesgo de no poder volver a abrir, o hacerlo con menos empleados", tras la decisión de Conte de fijar recién para inicios de junio el regreso a la actividad de algunos sectores.

"Cada día de cierre representa una pérdida de competitividad para el sistema del país en general. No se puede seguir bloqueando el sistema productivo", criticó.

Bellanova pertenece a la fuerza oficialista Italia Viva, fundada por el ex premier Matteo Renzi el año pasado y que forma parte de la coalición de gobierno que, desde agosto de 2019, sostiene a Conte como primer ministro junto al Partido Democrático y al Movimiento Cinco Estrellas.

Además de Bellanova, la ministra de Igualdad de Oportunidades Elena Bonetti, también de Italia Viva (IV), también criticó que el premier no incluyera en su anuncio a las asignaciones que se pagaron en abril a trabajadores de gremios informales y a autónomos, de 600 euros.

"La palabra asignación no fue pronunciada durante la conferencia de prensa, y es la figura fundamental y, desde mi punto de vista, irrenunciable para la gestión de esta fase", planteó Bonetti en declaraciones radiales sobre los anuncios de Conte.

Las críticas desde la coalición de gobierno se centraron también en la postergación de la flexibilización para los centros turísticos, en vista de la temporada estival de este año, y de la decisión de mantener, por el momento, la prohibición de celebrar misas en toda Italia.

En esa línea, el diputado de IV Michele Anzaldi criticó a través de las redes sociales que haya habido "semanas de reuniones de la task force del gobierno pero ninguna solución para los lugares de culto, bares y restaurantes, guarderías y centros de verano, casas de vacaciones, negocios".

"Están en riesgo los derechos y la supervivencia económica", agregó Anzaldi.

La fuerza de Renzi, ex premier entre 2014 y 2016, nació en septiembre pasado como una escisión del Partido Democrático y, desde el inicio, se posicionó como un miembro crítico de la coalición de gobierno.

En medio de una pelea con Conte, en febrero pasado, Renzi había pedido que el cargo de primer ministro sea elegido con el voto directo y no a través de los parlamentarios, y a fines de 2019 los dos líderes se habían cruzado por un proyecto sobre prescripciones en la Justicia.