Luego de varios días de iniciado el conflicto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habló públicamente de lo que sucede en Afganistán. El mandatario debió acortar sus vacaciones debido a la rápida toma del poder de los talibanes.

“Sacaremos a nuestra gente y nuestros aliados lo antes posible, y luego de completar esto, terminaremos con la guerra más extensa de EEUU. Estos eventos son prueba de que ningún presencia militar en Afganistán marca la diferencia", sentenció el mandatario estadounidense.

Además, reconoció errores por parte de la administración de Estados Unidos durante los últimos 20 años y remarcó: "No voy a engañar a los estadounidenses diciendo que un tiempo más en Afganistán marcará la diferencia”.

Cabe recordar que la gestión del retiro de tropas había comenzado durante la gestión de Donald Trump, quien pensaba consolidar esa iniciativa en mayo de este año. Tras las elecciones, la responsabilidad quedó en manos del demócrata.

“Siempre le prometí al pueblo estadounidense que sería sincero con ustedes. La verdad es que esto se desarrolló más rápido de lo que habíamos anticipado", admitió Biden y planteó: “Si Afganistán no es capaz de resistir a los talibanes, las tropas de EEUU no pueden hacer la diferencia”.

Por otro lado, dijo que la intención de EEUU nunca fue construir una nación si no que la misión siempre fue una: "prevenir un ataque terrorista en la patria estadounidense”. Sin embargo, señaló que ahora darán prioridad al tratamiento de las mujeres y las niñas bajo el régimen talibán en Afganistán.

“Respaldo firmemente mi decisión. Después de 20 años, he aprendido por las malas que nunca hubo un buen momento para retirar las fuerzas estadounidenses”, dijo el el discurso televisado desde la Casa Blanca.

Por último, fue firme al indicar que si los talibanes interrumpan o amenazan la evacuación de miles de diplomáticos estadounidenses y traductores afganos en el aeropuerto de Kabul la respuesta sería “rápida y contundente”.