Johnson & Johnson ha solicitado este jueves por la tarde a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) que apruebe su vacuna de dosis única contra la covid-19 para uso de emergencia. La farmacéutica ha anunciado que en las próximas semanas también solicitará la aprobación ante las autoridades sanitarias europeas. Los funcionarios de la FDA anunciaron que expertos externos discutirán sobre la vacuna en una reunión pública el 26 de febrero.

La solicitud es un “paso fundamental para reducir la carga de enfermedad para las personas en todo el mundo y poner fin a la pandemia”, sostuvo el doctor Paul Stoffels, director científico de Johnson & Johnson, en un comunicado. Si la vacuna recibe la aprobación regulatoria de la FDA, sería la tercera vacuna autorizada en Estados Unidos. Además de que solo requiere una dosis, tiene la ventaja de que puede almacenarse a una temperatura de frigorífico y no de congelador.

El requerimiento del gigante farmacéutico llega tras el informe de la semana pasada en el que reveló que su vacuna tiene un 66% de efectividad en las tres regiones donde se estudió la vacuna: Estados Unidos, América Latina y Sudáfrica. Es un 85% eficaz en la prevención de las formas graves de la enfermedad; después de 28 días, ninguno de los participantes vacunados tuvo que ser hospitalizado.

El ensayo reveló que la tasa de eficacia contra enfermedades moderadas y graves fue del 72% en Estados Unidos, pero solo del 57% en Sudáfrica, donde una variante altamente contagiosa del coronavirus está provocando la mayoría de los casos. La compañía aseguró que tiene previsto suministrar las 100 millones de dosis que prometió a Estados Unidos para fines de junio. Aproximadamente 30 millones de dosis, elaboradas en los Países Bajos y Baltimore, podrían estar disponibles a principios de abril.

A diferencia de las dos vacunas actualmente autorizadas en Estados Unidos -Pfizer/BioNTech y Moderna- la de J&J no requiere una segunda inyección ni una cadena de frío para su transporte y conservación, lo que la convierte en una buena candidata para su uso en lugares donde las infraestructuras de transporte y almacenamiento en frío son insuficientes. Comparte estas características con la vacuna Sputnik V y con la Sinovac, de origen chino, pero nada indica que USA esté dispuesto a considerar estas vacunas por cuestiones geopolíticas.