El gobierno de Donald Trump acusó ayer al presidente venezolano Nicolás Maduro, y a varios de sus funcionarios, de narcoterrorismo y corrupción, y ofreció recompensas millonarias por información que facilite su captura.
El secretario de Justicia de EEUU, William Barr, anunció los cargos en una conferencia de prensa y señaló que el Departamento de Estado ofrece hasta 15 millones de dólares a cualquier persona que tenga información relacionada con Nicolás Maduro para lograr su arresto, cómo si Estados Unidos no tuviese claro en dónde puede encontrar al presidente en ejercicio de un gobierno al que no reconoce.
En realidad, el anuncio pretende reforzar las divisiones al interior de las Fuerzas Armadas en Venezuela, que hasta el presente vienen resistiendo diferentes maniobras de Estados Unidos.

La DEA ofrece 15 Millones de recompensa por la "captura" de Nicolás Maduro


Esta recompensa oficial ofrecida por Maduro es la cuarta más alta en la historia de Estados Unidos por la captura de un criminal internacional. En el listado de los mayores botines se encuentra primero el ofrecido por el terrorista Osama Bin Laden, abatido en mayo de 2011 en Pakistán. Washington puso un valor de 25 millones de dólares por información sobre el responsable del ataque a las Torres Gemelas.
La segunda recompensa más alta es ofrecida por el egipcio Ayman al-Zawahiri, actual jefe del grupo yihadista Al Qaeda. Se trata del hombre más buscado del mundo y su detención tiene un precio de 25 millones de dólares.
En el tercer puesto con el botín más valioso para lograr su captura es el que cae sobre el narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero. El Programa de Recompensas de Narcóticos del Departamento de Estado ofrece USD 20.000.000 por cualquier reporte que conduzca a su arresto.
Y desde ayer  Nicolás Maduro Moros se encuentra en el cuarto lugar del listado. La información que lleve a su captura vale 15 millones de dólares. Relegó al quinto puesto a Abu Bakr al-Baghdadi, el jefe del grupo Estado Islámico (ISIS),  abatido en Siria en octubre de 2019. Estados Unidos ofrecía una recompensa de 10 millones de dólares a quienes colaboraran para su detención.