Era marzo cuando Italia y España comenzaban a batallar contra el coronavirus que había viajado de Asia para acabar convirtiendo a Europa en el epicentro de la pandemia declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). 
EEUU y América Latina observaban con temor la posibilidad de que el virus atravesara el océano en busca de un nuevo territorio en el que propagarse. No se tardó mucho en suspender los vuelos procedentes del Viejo Continente, pero aún así la pandemia se propagó, indetenible, con mucha complicidad de algunos gobiernos que la subestimaron.

La OMS confirmó lo que se venía adivinando por las cifras de muertos por la Covid-19 y de infectados en los distintos países: el continente americano es el nuevo epicentro del virus.
El  organismo internacional anunció que el número de fallecidos en el mundo se ha elevado a 349.095 y los casos a 5,48 millones, de los que casi 2,5 millones se registrabn en el continente americano. Además América registra más de 140.000 muertes. Así supera a Europa en contagios y fallecidos.

Hoy Estados Unidos superó las 100.000 muertes y hasta ahora se mantiene a la cabeza en número de casos, pero Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), alertó  que América Latina superó tanto a Europa y Estados Unidos en el número diario de infecciones. "En Sudamérica, estamos particularmente preocupados porque el número de casos nuevos reportados la semana pasada en Brasil fue el más alto en un período de siete días desde que comenzó el brote", dijo Etienne.
Brasil, cuyo presidente es de los que confía en el uso de la cloroquina pero no en los 'confinamientos', se acerca al balance de las 25.000 muertes y las perspectivas son aún peores. Un estudio de la Universidad de Washington, citado por 'The Guardian', advierte de que el país sudamericano podría ver aumentado en cinco veces su cifra de fallecidos en el mes de agosto.
"Para la mayoría de los países de las Américas, ahora no es el momento de relajar las restricciones o reducir las estrategias preventivas", señaló Etienne.
A la OMS le preocupa cómo la pandemia se está acelerando en Perú, Chile, El Salvador, Guatemala y Nicaragua. Las dos primeras naciones sufren "una alta incidencia", de hecho el país liderado por Sebastian Piñera tuvo que recular en sus medidas de desescalada. Mientras tanto, Nayib Bukele en El Salvador aseguró esta semana que toma hidroxicloroquina.
La situación en estos países tiende a pasar desapercibida por el resto del mundo dado su bajo número de habitantes que  hace que contagios y fallecidos resulten pocos comparados con los grandes número del contienente, pero la situación cambia sustancialmente cuando se consdieran los totales por habitante.