Eliminar la contaminación plástica, reducir el uso de pesticidas en dos tercios, reducir a la mitad la tasa de introducción de especies invasoras y eliminar 500 mil millones de dólares anuales de subsidios gubernamentales para actividades en conflicto con el ambiente, se encuentran entre los objetivos de un nuevo borrador de un acuerdo de la ONU sobre pérdida de biodiversidad, que sigue el modelo del acuerdo del clima de París.

Los objetivos establecidos por la Convención de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CDB) para ayudar a detener y revertir el daño ecológico de la Tierra también incluyen proteger al menos el 30% de los océanos y los suelos del mundo y contribuir a la mitigación de la crisis climática por medios naturales, todo para fines de la presente década.

El último borrador del acuerdo, que como siempre es fruto de agotadoras negociaciones, será analizado por los gobiernos antes de una cumbre clave en la ciudad china de Kunming, donde se redactará el texto final. 

El acuerdo final será adoptado por los 196 integrantes del CDB.

Junto con los objetivos preliminares para 2030, los nuevos objetivos para mediados de siglo incluyen reducir la tasa actual de extinciones en un 90%, mejorar la integridad de todos los ecosistemas, valorar la contribución de la naturaleza a la humanidad y proporcionar los recursos financieros para lograr estos propósitos.

Se espera que la cumbre, que ya había sido reprogramada para octubre, se retrase por tercera vez debido a la pandemia de coronavirus. La fecha más probable por ahora sería en algún momento de la primera mitad de 2022; antes deberán llevarse a cabo las negociaciones preparatorias presenciales que podrían tener lugar en Suiza a principios del próximo año.

Una opinión experta

Basile van Havre, copresidente del grupo de trabajo del CDB responsable de redactar el acuerdo, dijo que los objetivos se basaron en la ciencia más reciente. Añadió que, en caso de  adoptarse, podría representar un cambio significativo en la agricultura mundial.

“Se avecina un cambio [en la producción de alimentos]”, dijo. “Seremos muchos más en 10 años y necesitarán ser alimentados, así que no se trata de disminuir el nivel de actividad. Se trata de aumentar la producción y mejorar la naturaleza.

“Reducir la escorrentía de nutrientes a la mitad, reducir el uso de pesticidas en dos tercios y eliminar la descarga de plástico: son objetivos muy grandes. Estoy seguro de que van a llamar la atención ya que presentan un cambio significativo, particularmente en la agricultura”.

Los científicos han advertido que la humanidad está provocando la sexta extinción masiva en la historia del planeta, impulsada por el consumo excesivo de recursos y la superpoblación. Un millón de especies están en riesgo de extinción en gran parte debido a las actividades humanas, según la evaluación de la ONU.

Los objetivos del Acuerdo de Kunming

En el último conjunto de 21 objetivos que se negociarán en Kunming, las soluciones basadas en la naturaleza, como la restauración de turberas y la adopción de la agricultura regenerativa serán centrales.

De este modo, se garantiza que no haya impactos negativos en la biodiversidad al tiempo que se espera una fuerte contribución para la mitigación de la crisis climática global: se proponen mecanismos para una reducción de 10 GtCO2e (gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente) al año, alrededor de un tercio de las 32 GtCO2e de reducción de emisiones anuales necesarias según lo identificado en el informe de brecha de emisiones 2020 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Otros objetivos incluyen los esfuerzos para restaurar los hábitats marinos y de agua dulce, mantener la diversidad genética de las especies silvestres y domesticadas, aumentar los flujos financieros hacia los países en desarrollo, mejorar la divulgación sobre cómo cada actividad daña el medio ambiente y respetar los derechos de las comunidades indígenas en la toma de decisiones sobre biodiversidad.

Elizabeth Maruma Mrema, secretaria ejecutiva del CDB, dijo: “Se requiere una acción política urgente a nivel mundial, regional y nacional para transformar los modelos económicos, sociales y financieros de modo que las tendencias que han exacerbado la pérdida de biodiversidad se estabilicen para 2030 y permitan la recuperación de ecosistemas naturales en los próximos 20 años, con mejoras netas para el 2050 ”.

Fuente: The Guardian