La socialdemócrata Magdalena Andersson ha dimitido como primera ministra de Suecia tan sólo siete horas después de haberse convertido en la primera mujer en gobernar el país nórdico. 

Andersson ha anunciado su renuncia tras sufrir una derrota presupuestaria en el Parlamento y tras la salida de los Verdes de la coalición gobernante. "Para mí, es una cuestión de respeto, pero no quiero liderar un gobierno en el que se pueda cuestionar su legitimidad", ha afirmado. "Un gobierno de coalición debería dimitir si un partido decide salirse del gobierno".

La crisis ha estallado con la abstención de última hora del Partido Centrista a los presupuestos del Gobierno. En su lugar se ha aprobado la propuesta presupuestaria de la oposición, en la que ha participado el partido de extrema derecha Demócratas de Suecia, lo que obliga al Ejecutivo a gobernar bajo los presupuestos de la oposición. "No nos podemos sentar en un Gobierno con un presupuesto negociado por Demócratas de Suecia", han afirmado los líderes del Partido Verde.

Los próximos pasos a seguir no están del todo claros. El presidente de la Cámara, Andreas Norlén, ha afirmado que discutirá la situación con los líderes de los ocho partidos y anunciará una decisión el jueves por la tarde.

Por su parte, el Partido Verde ha dicho que apoyaría a Magdalena Andersson en otra votación para elegir primer ministro si es que ocurre. Esto significa que Andersson podría acabar de nuevo como primera ministra si ningún partido cambia su posición a la hora de apoyar su nombramiento. Andersson recibió el miércoles por la mañana 117 votos a favor, por 174 en contra y 57 abstenciones. Tuvo el apoyo de los dos partidos más pequeños que apoyaron al anterior gobierno sueco de centroizquierda en minoría dirigido por Löfven: el Partido de la Izquierda y el Partido de Centro, que se abstuvieron.

La elección de Andersson estaba asegurada tras cerrar la noche de este martes un acuerdo con el Partido de Izquierda Socialista, que incluye una mejora a las pensiones más bajas y que cierra dos semanas de negociaciones desde que recibió el encargo para formar gobierno.

Andersson ya tenía comprometida desde hace semanas la abstención del Partido Centrista, con el que tenía un pacto desde enero de 2019, aunque se arriesgaba a que le retirase el apoyo si hacía demasiadas concesiones a los socialistas.

La líder centrista, Annie Lööf, ha mantenido su compromiso pero había comunicado que no apoyaría los presupuestos del Gobierno como "consecuencia" de que este haya negociado directamente con la Izquierda Socialista.

Fuente: El Diario (España).