La Comisión Europea (CE) estudiará nuevas iniciativas conjuntas en materia de adquisiciones de gas o almacenamiento de energía ante el aumento del precio de la electricidad en la Unión Europea, en línea con las demandas de España, Francia y otros países comunitarios.

El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, afirmó este lunes que el Ejecutivo comunitario no quiere limitarse a hacer un análisis de la situación y recordar a los Estados las medidas que ya tienen a su disposición para responder al aumento de precios, lo que "sería más bien fácil", sino hacer un "intento de identificar, si es posible, nuevas herramientas".

Gentiloni se pronunció así tras participar en la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la eurozona en Luxemburgo, en la que se abordó el aumento de los precios de la electricidad y varios países, en particular España y Francia, reclamaron buscar soluciones europeas a un problema que afecta a hogares y empresas.

A su llegada a la reunión del Eurogrupo, la vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos española, Nadia Calviño, reclamó a las instituciones comunitarias medidas "decisivas y urgentes" frente a la subida de precios y recordó que España ha planteado iniciativas como la centralización de las compras de gas natural en la UE para reforzar su capacidad de negociación con grandes proveedores internacionales o la revisión del mercado de derechos de emisión de CO2.

En este marco, las empresas españolas han alertado al Gobierno que ya están comenzando a parar parte de su actividad y a reducir su producción. Al mismo tiempo le han recordado que con los precios actuales del mercado de futuros -que augura costes elevados para la electricidad hasta 2024- algunas de las compañías pueden ver en serio riesgo su viabilidad.

El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, en línea con el Gobierno español, pidió mejorar el funcionamiento del mercado y las reservas de gas europeas y propuso desvincular el precio de la electricidad del del gas -que ha aumentado un 170 % en lo que va de año en la UE- y ligarlo en su lugar al coste de producción de la misma en cada país.

El incremento de los precios eléctricos, insistió, es "injusto, ineficiente y muy costoso" tanto para los hogares, especialmente los más vulnerables, como para las empresas.

Este tipo de propuestas son las que ahora se abre a explorar la Comisión, si bien Gentiloni subrayó que "no son soluciones fáciles ni tradicionales" por lo que estudiarlas "requerirá una actitud seria y un poquito de tiempo".

A corto plazo, el comisario insistió en la importancia de coordinar las medidas de los diferentes países – muchos de los cuales, incluida España, ya han emprendido acciones unilaterales- y en que estas sean "específicas y temporales", así como "coherentes" con la transición hacia una economía baja en emisiones de carbono.

La transición ecológica, insiste Bruselas, no es el problema, sino parte importante de la solución para reducir la dependencia energética europea y aumentar el peso de fuentes alternativas a los combustibles fósiles, como las renovables.

Los ministros, dijo el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohe, comparten esta convicción climática y son conscientes además de la necesidad de "abordar el impacto social del aumento de precios".

El aumento de los precios de la energía, que las instituciones comunitarias atribuyen sobre todo al del precio del gas por la mayor demanda, sobre todo asiática, está impulsando al alza a la inflación en la eurozona, hasta cotas superiores a lo esperado, del 3,4 % en septiembre.

Sin embargo, el Eurogrupo comparte la opinión del Banco Central Europeo y de la Comisión, que auguran que este incremento será temporal y empezará a disiparse en 2022.

Fuente: El Economista y EuroEfe.