Francia e Italia llevan días combatiendo a la borrasca Alex. Los dos países europeos sufren las graves consecuencias de las lluvias torrenciales caídas tras el paso de la tormenta, que ha dejado a su paso a decenas de muertos y desaparecidos.

La ola de mal tiempo que ha azotado el nororeste de Italia, sobre todo las regiones de Piamonte, Valle de Aosta y Ligura, ha dejado seis muertos y un desaparecido, así como numerosos daños y varios puentes que han colapsado.


En Francia, al menos ocho personas, incluidos dos miembros del cuerpo de Bomberos, están desaparecidos cerca de la ciudad de Niza debido a las inundaciones.



Según las estimaciones, en solo diez horas cayeron más de 500 mililitros de precipitaciones sobre las poblaciones que se encuentran en estos profundos valles, el equivalente a un año normal de lluvia en la zona.


El primer ministro francés, Jean Castex, y el ministro del Interior, Gerald Darmanin, viajaron  a Niza para conocer de primera mano el departamento de Alpes Marítimos afectado.

El alcalde de Niza, Christian Estrosi, ha lamentado daños enormes causados por las inundaciones. "Nos hemos enfrentado a un desastre que nunca había visto antes", ha señalado a los medios de comunicación locales.

Alrededor de 13.500 hogares se encuentran sin electricidad en la región, donde se están desplegando 850 miembros del personal de los servicios de emergencia. Durante la noche se registraron ráfagas de hasta 186 kilómetros por hora en la isla de Belle-Ile-sur-Mer, frente a la costa de la región.