Casi 180 mil muertes y un evento histórico, inédito: el cierre sostenido de las fronteras de todos los países miembros de la Unión Europea. Bruselas busca ahora atenuar el aislamiento, aunque en esta primera etapa, a comenzar el próximo 1 de julio, la reapertura será limitada: sólo los procedentes de 15 países -y no precisamente las naciones más desarrolladas- tendrán la posibilidad de ingresar a la zona.

La lista fue oficializada este lunes y la integran, en orden alfabético, Argelia, Australia, Canadá, Corea del Sur, Japón, Georgia, Marruecos, Montenegro, Nueva Zelanda, Ruanda, Serbia, Tailandia, Túnez y Uruguay.

A este grupo podría agregarse China si la nación de partido único autoriza también la llegada de ciudadanos europeos; la reciprocidad, un ítem central de las relaciones exteriores, es una de las condiciones para entrar a cualquier país de la zona euro.

Si el texto y sus condiciones es ratificado, los ciudadanos y residentes de esos 15 países podrán entrar al territorio de la UE tan pronto como ese escrito se haga oficial.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, ha vuelto a advertir: “La pandemia de coronavirus se está acelerando, estamos lejos del final”.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, ha vuelto a advertir: “La pandemia de coronavirus se está acelerando, estamos lejos del final”.

El detalle, no explicitado en los acuerdos del bloque, es que cualquier miembro puede mantener el veto a la entrada incluso desde estos 15 países ahora seleccionados. Por ejemplo, si Italia considera que es “poco fiable” la situación epidemiológica de Uruguay, los uruguayos no podrán pisar el suelo de sus abuelos, por decirlo de una manera histórica.

La realidad es que el texto aprobado no es más que una recomendación: seguirá vigente el veto para 150 países, entre los que se encuentran los Estados Unidos, Brasil, Rusia e India, además de la Argentina, y al mismo tiempo no garantiza la entrada de los pasajeros provenientes de los países seleccionados. 

El objetivo de Bruselas ha sido evitar que cada país confeccione una lista propia, lo que podría provocar un caos sanitario o lo que más se teme en el mal llamado “viejo continente”: una segunda oleada de coronavirus. En verdad, tanto en España, Italia y Alemania, los rebrotes ya se han producido y lejos está de lograrse el control de la enfermedad.

Aunque se tomaron criterios epidemiológicos, como contagios cada 100 mil habitantes y la evolución de las infecciones en lapsos de catorce días, la política -más precisamente la ideología, para decirlo con un término que no goza de buena prensa- siempre resulta crucial en la decisiones gubernamentales: de la lista quedaron fuera países como Venezuela, Cuba y Angola, con curvas de contagios muy cercanas a la base. 

Fuente El País, España