El contexto es complejo y los ojos de toda Latinoamérica están puestas en los comicios cumplidos este domingo, que demarcan la renovación de autoridades en Bolivia, que significará el fin de la cuestionada gestión de Jeanine Áñez.

El escrutinio oficial que se lleva adelante en el Sistema de Consolidación Oficial de Resultados de Cómputo en Proceso es lento y también cuestionado. En el amanecer del lunes, sólo se contabilizaba el 15% de las mesas escrutadas (5.363 sobre 35.600).

Con esos números, se habían computado los votos de más de un millón cien mil bolivianos, sobre un padrón de 7.332.926.

Con las bocas de urna marcando un claro triunfo del candidato del MAS en alianza con el IPSP, Luis Arce, los datos parciales recabados tenían como sorpresa un presunto triunfo de Carlos Mesa, aspirante por la Comunidad Ciudadana (CC).

Sumaba el 43,5% de los sufragios, contra el 34,2 del mismo Arce.

La cuestión a resolver, por estas horas y de acuerdo a lo que se deja ver por estas horas, es si el espacio que comanda a la distancia Evo Morales (se encuentra en Argentina) puede obtener un triunfo en primera vuelta.

Lento y cuestionado escrutinio en las elecciones de Bolivia