Los ministros de Lula: de la hermana de Marielle Franco al poderoso Alckmin
El presidente Lula confirmó en los últimos días a su equipo de ministros. Serán 37 carteras, 60 por ciento más que las existentes durante la gestión Bolsonaro. El vicepresidente Geraldo Alckmin asume el ministerio de Industria y Comercio.
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Luiz Inácio Lula da Silva conforma nuevamente un Gobierno transversal, casi una marca de gestión, aunque en esta oportunidad con menor intensidad, aglutinando a las diversas fuerzas que le dieron apoyo en las elecciones y ballotage. Cada definición ministerial buscó dar la idea de una amplitud de fuerzas con el fin de garantizar la gobernabilidad en el complejo entramado del Congreso Nacional del Brasil.
La figura de Marielle Franco, concejala de Rio de Janeiro al momento de ser asesinada, estará representada por su hermana Anielle, flamante ministra de Igualdad Racial.
La ahora ministra es profesora. Después del asesinato de su hermana fundó el Instituto Marielle Franco, desde donde se difunden políticas en defensa de las mujeres, los afrobrasileños y las minorías de las periferias. Su inclusión en el Gobierno busca dar visibilidad a las mujeres negras en un país con conflictos raciales.
El poderoso vicepresidente Geraldo Alckmin, que en definitiva fue vital para el triunfo del Partido dos Trabalhadores al acercar una porción de electorado no identificado con Lula, será titular de Industria y Comercio.
“Con el respeto del que goza entre los empresarios brasileños será un extraordinario ministro”, dijo Lula sobre su vice, un hombre de centro-derecha que espanta de algún modo el “pánico de las élites”.
Varios “viejos conocidos” son también de la partida del Gobierno, en su mayoría funcionarios de la órbita del PT. Aunque diverso en cuanto a las biografías personales de los distintos ministros, también es posible decir que la composición del Gobierno no refleja completamente el célebre “frente amplio” que sostuvo a Lula en el poder de 2003 a 2011.
Aún con el predominio de los varones blancos dentro del Gobierno, el ministerio de Salud, una de las carteras más importantes, está por primera vez bajo el mando de una mujer, Nísia Trindade.
Trindade estaba al frente de la Fundación Oswaldo Cruz, una entidad pública que tuvo una fuerte labor durante la pandemia de covid-19: allí se fabricaron millones de vacunas.
El exgobernador del Estado de Ceará por el PT, Camilo Santana, es el nuevo ministro de Educación, otro de los ejes sensibles para Lula.
La estructura de Gobierno tendrá un total de 37 ministerios, un 60% más que los que tuvo la Administración Bolsonaro, que suprimió, degradó o fusionó distintas carteras.
Lula esperó hasta último momento para terminar de definir todos los ministerios, en una buena jugada para negociar un mejor escenario en el Congreso Nacional y promover así la tan sensible gobernabilidad
“Es más difícil montar el Gobierno que ganar las elecciones”, dijo Lula antes de anunciar a gran parte de sus ministros, a mediados de diciembre.
Ya confirmados con anterioridad, en Hacienda Lula optó por Fernando Haddad, un hombre de su mayor confianza. Al frente de la Cancillería está Mauro Vieira, quien tendrá un trabajo intenso en el nuevo tendido hacia los integrantes del Mercosur y las posturas de Brasil ante Estados Unidos y la Unión Europea, donde Lula busca ampliar vínculos comerciales.
En Cultura, Lula volvió a optar por un ícono de la música. Margareth Menezes, una cantante negra, estará al mando del ministerio de Cultura. La cartera, suprimida durante el Gobierno de Bolsonaro, regresa a las manos de una trabajadora de la cultura popular. Hace 20 años, en tiempos de la primera presidencia de Lula, Gilberto Gil era el ministro.
El ministro de Defensa será José Múcio Monteiro, exdirector del Tribunal de Cuentas, que tiene una buena relación con las Fuerzas Armadas. La cartera de Justicia le fue encomendada a Flávio Dino, un político cercano a Lula que fue exgobernador de Maranhao.
Marina Silva estará nuevamente al frente de Medioambiente, mientras que Planificación quedará en manos de Simone Tebet, quien fuera candidata por el MDB en las presidenciales de 2022. Ambas tuvieron protagonismo en la campaña y resultaron cruciales para la victoria.
Quizá el más simbólico de los nombramientos sea el de Sonia Guajajara, quien asumirá el ministerio de los Pueblos Indígenas, una cartera que hasta ahora no existía y que Lula se había comprometido a crear durante la campaña.
"Nunca antes en la historia de este país tuvimos una indígena ministra", dijo Lula al anunciar a Guajajara.
En el estratégico ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento asume el diputado ruralista Carlos Fávaro. En Desarrollo Agrario (agricultura familiar), en tanto, estará al frente un dirigente del PT histórico como Paulo Teixeira, mientras que la cartera de Integración estará liderada por el gobernador de Amapá, Waldez Goes.
Comienza un nuevo Gobierno de Lula da Silva en el que cada enfoque y declaración ministerial puede resultar determinante para la gestión que estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2026.
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