De acuerdo a un comunicado del gobierno nacional, habrá tres beneficios generales importantes por el acuerdo estratégico entre el Mercosur y la Unión Europea en los ámbitos económico, institucional y de integración.

Se aplicará gradualmente y hay un plazo de hasta quince años para adecuarse a la nueva normativa. De todos modos, podría sufrir alguna modificación y debe seguir una serie de pasos para entrar en vigor: deberá ser revisado en el aspecto legal, tiene que ser firmado por todos los presidentes, ingresa como ley al Congreso y debe ser aprobado por Diputados y Senadores de todas las naciones, por lo que podría demorar mucho tiempo para que entre en vigencia.

Aquí los puntos principales:

Calidad institucional

En cuanto a la calidad institucional, el entendimiento establece un vínculo político, cultural y económico estratégico y permanente con la Unión Europea. Además, presenta una normativa transparente y consensuada que reduce la discrecionalidad en la aplicación de las políticas económicas.

Economía

Específicamente en el acceso a los mercados, la Unión Europea liberaliza al 99 por ciento de las importaciones agrícolas desde el Mercosur y elimina gravámenes para el 81,7 por ciento de los productos. Para el resto, ofrece cuotas o preferencias fijas. Algo más de cien productos quedaron fuera del acuerdo.

En los bienes industriales, la Unión Europea liberaliza casi el cien por ciento de su comercio y el Mercosur lo abre en un 90 por ciento. Las exportaciones de productos industriales desde el Mercosur hacia el bloque europeo será liberalizada en un 80 por ciento. Hay un plazo de hasta 15 años para liberalizar sectores sensibles gradualmente. También se reducen gravámenes para insumos y bienes de capital.

Los servicios se verán muy beneficiados con este acuerdo, y son el sector con mayor capacidad de crecimiento para la Argentina en este sentido. Es el tercer complejo exportador del país (detrás del sojero y el automotor) con exportaciones que superan los seis mil millones de dólares anuales, y genera más de 430 mil puestos de trabajo.

Gracias al acuerdo, los prestadores de servicios de la UE y del Mercosur podrán acceder al mercado de la contraparte en las mismas condiciones que los nacionales. El país es un exportador competitivo de servicios basados en el conocimiento. En la actualidad, casi un tercio de las exportaciones de servicios basados en conocimiento que realiza nuestro país tienen como destino a la Unión Europea.

En relación con las inversiones, el tratado facilita el incremento de la inversión extranjera al otorgar certidumbre y estabilidad a los inversionistas. Argentina solo participa del 2% de las inversiones extranjeras directas de la UE. Otros países que firmaron acuerdos con el bloque europeo incrementaron significativamente la captación de estos fondos.

También hay un apartado especial para las PyMEs. En las que producen bienes agroindustriales, aumentaría la competitividad porque se facilita el acceso a tecnología e insumos necesarios para producir bienes de valor agregado. Habrá programas específicos que faciliten su integración en cadenas globales de valor, asistencia técnica, participación en compras gubernamentales, joint ventures, partnerships, business networks, transferencia de know how y asistencia financiera.

En cuanto a las barreras no arancelarias y las exportaciones, se establecerán claramente los protocolos sanitarios, fitosanitarios y normas técnicas, se reducen costos por procedimientos de autocertificación en materia de origen y se otorga previsibilidad y transparencia regulatoria con disposiciones sobre liberalización de aduana y despacho, reducción de inspecciones físicas, simplificación y armonización de procedimientos aduaneros, entre otros.

La Unión Europea realizó una concesión importante al Mercosur: se consiguieron plazos extensos (diez años o más) para la entrada en vigor de las mejoras arancelarias, lo que permite continuar el programa de transformación productiva y mejora de la competitividad del bloque sudamericano. En contrapartida, la desgravación arancelaria de la UE será en plazos menores. Más del 85% de las importaciones provenientes del Mercosur tendrán una eliminación de aranceles en forma inmediata.

Integración

Finalmente, el acuerdo consolida al Mercosur a partir de reafirmar el proceso de integración, armonizando la normativa vigente y simplificando los procedimientos internos. Se reconocen los distintos niveles de desarrollo e integración con mecanismos como la admisión temporaria y el drawback, para que los productores del Mercosur puedan abastecerse de bienes extra zona más baratos sin pagar aranceles.

Afortunadamente para el Mercosur, el tratado no implica una apertura inmediata: el 60 por ciento de la oferta del bloque se desgravará en un plazo de 10 años o más, un porcentaje muy relevante si se considera que otros países con acuerdos con la UE lograron plazos más breves para la mayoría de los productos.

El acuerdo prevé mecanismos para evitar el fraude en materia de origen y aduanero; establece mecanismos de salvaguardias bilaterales que permiten suspender temporalmente las preferencias arancelarias o reducirlas en caso de amenaza o daño grave a un sector industrial; implementa un mecanismo de solución de controversias.

No cambiarán las reglas de juego en materia de propiedad intelectual, ya que la implementación de los compromisos en materia de propiedad intelectual será de acuerdo a las legislaciones nacionales y los objetivos de política pública de cada país.

En adición, se busca la protección del ambiente y los derechos laborales, ya que se prevé que los bloques cumplan con los compromisos en materia ambiental, convenios de la OIT y normas vinculadas a la responsabilidad social empresaria.

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