Una sonda china con rocas y arena de la Luna descendió en la Tierra hoy y completó una misión que no se había realizado en cuatro décadas, informó la agencia de noticias estatal Xinhua.

El módulo de la nave espacial Chang'e-5 aterrizó en la región de Mongolia Interior, en el norte de China, informó la agencia espacial de ese país, citada por Xinhua. China busca alcanzar a Estados Unidos y Rusia después de tomar décadas para igualar los logros de sus rivales e invertir miles de millones en su programa espacial militar.

La sonda china Chang'e 5, bautizado con el nombre de una diosa de la Luna según la mitología china, se posó sobre el satélite terrestre el 1 de diciembre y dos días después comenzó su viaje de regreso a la Tierra.

Los científicos esperan que las muestras recolectadas les permitan conocer más sobre los orígenes de la Luna, su formación y la actividad volcánica en su superficie. Con esta misión, China será el tercer país en haber extraído muestras del satélite, después de Estados Unidos y la antigua Unión Soviética en las décadas de 1960 y 1970. El último intento lo había llegado a cabo con éxito la antigua Unión Soviética en 1976, con la misión robótica Luna 24.

La misión incluyó extraer 2 kilos de rocas tras perforar el suelo hasta dos metros de profundidad, en el "Océano de las Tormentas", una vasta llanura de lava. Esta misión es una nueva etapa del programa espacial chino, que a principios de 2019 consiguió por primera vez en la historia el alunizaje de un aparato en la cara oculta de la Luna. China espera disponer de una estación espacial de aquí a 2022, y, finalmente, enviar astronautas a la Luna.

El presente mes ha resultado particularmente "activo" en la llegada de muestras desde el espacio exterior: ayer nomás se registró el exitoso regreso de muestras que un satélite japonés obtuvo de un anciano asteroide, incorporando a Japón de lleno en la carrera por el dominio del espacio exterior.