Tras el triunfo de Lula en Brasil, la confirmación de la profundización de la alianza estratégica con Argentina y el resto de países del Mercosur y la posibilidad de ir hacia una moneda única en el bloque regional para romper con la centralidad del dólar, una especialista en relaciones internacionales advirtió sobre los riesgos y las dificultades que traería una medida de esa naturaleza.

En diálogo con el programa “Es por Acá” por radio Universidad, Julieta Zelicovich, doctora en Relaciones Internacionales con orientación a la Economía internacional e investigadora del Conicet, resaltó que “es muy difícil que se avance en esa dirección” y hasta inconveniente por numerosos factores.

“Esa moneda estaría adecuada a las necesidades de la economía brasilera y no a las de los demás países, que deberían ajustarse a las condiciones impuestas por Brasil y renunciar a los instrumentos de política económica para solucionar problemas propios”, opinó la profesional.

Dolarización o Moneda Común en el Mercosur

Zelicovich remarcó que ir a una moneda común sería “igual que la dolarización”: significaría “un renunciamiento a la soberanía de política monetaria, que es muy importante para el desarrollo económico y con lo que los países perderían ”instrumentos para contener crisis o impulsar sectores estratégicos".

Esa soberanía se perdería con una moneda común: “Cuando haya un problema con la competitividad, no se podrá devaluar o impulsar las tasas de interés para ajustar la economía doméstica”, señaló. En ese sentido, recordó que el mundo enfrenta un escenario de “policrisis”, por los factores geopolíticos que generan, entre otras cosas, “disrupciones en las cadenas de valor”, que hacen imprescindible “una intervención del Estado”.

La unión monetaria es un nivel muy elevado de integración económica regional, como lo fue el caso europeo, al que describió como un proceso muy minucioso, “con precondiciones de equilibrio fiscal, coordinación de las políticas macroeconómicas y de balances de las asimetrías”, cuestiones que son de muy difícil implementación en los países del Mercosur, afirmó.

Dificultades y alternativas

En esa dirección, expresó que “hay grandes asimetrías difíciles de resolver” entre Paraguay, Uruguay, Argentina y Brasil, en virtud del peso específico de las economías entre países que tienen grandes diferencias en cuanto al volumen. “Argentina, Paraguay y Uruguay debieran someterse a las reglas de Brasil”, sostuvo. 

“Sería un error quedarse en que la agenda regional debería ir por el área monetaria, sin mirar las trabas en infraestructura, el flujo de mercaderías y en la internalización de las reglas de juego del Mercosur”, aseveró Zelicovich.

Sin embargo, dijo que hay otro tipo de medidas a explorar y que podrían resultar beneficiosas, ya que suponen una menor coordinación de políticas de países con diferentes desarrollos económicos. 

“Acuerdos para comerciar en monedas nacionales, de compensación, que no significa crear una moneda que reemplace las monedas nacionales o la creación de otro tipo de activos compartidos” serían cuestiones en la que se podría avanzar, remarcó.

Finalmente, resaltó la importancia del Mercosur “para alcanzar metas de desarrollo”, aunque insistió que la agenda inmediata del bloque “no va por el lado de la moneda común”.

Entrevista a Julieta Zelicovich-Especialista en Relaciones Internacionales. by cba24n.com.ar