La cifra de víctimas de trata humana identificadas en Europa casi se ha duplicado en los últimos años y se teme que los datos reales sean aún mucho más graves, advirtió el Grupo de Expertos sobre la Lucha contra la Trata de Seres Humanos (GRETA), del Consejo de Europa al presentar su informe anual el viernes pasado. En plena epidemia de coronavirus, el organismo con sede en Estrasburgo, al igual que Naciones Unidas, reclama específicamente que no se olviden a estas personas, que tienen que tener el mismo acceso a protección y cuidados que el resto de la población.
De acuerdo con los datos recabados, entre 2015 y 2018, se registró un incremento del 44% (15.310 víctimas en 2018, frente a 10.598 tres años antes) en los 47 países miembros del Consejo de Europa, que insta a los Gobiernos a realizar “más esfuerzos” para combatir esta lacra.
“La naturaleza oculta de la trata humana y el hecho de que hemos encontrado problemas en el proceso de identificación en muchos países sugiere que la cifra real de víctimas podría ser mucho más alta”, dijo al respecto el presidente de GRETA, Davor Derenčinović. “Es crucial que las autoridades pertinentes aumenten sus esfuerzos para combatir esta práctica ilegal y proporcionar ayuda y respaldo a las víctimas”, agregó en un comunicado.
Esta urgencia se redobla en momentos en que, a causa de la epidemia de coronavirus, muchos países se han replegado y ordenado medidas de confinamiento inaccesibles para muchas de las víctimas de trata humana.
Es una preocupación que comparten los relatores de la ONU para los migrantes, el chileno Felipe González, y para trata humana, Maria Grazia Giammarinaro.
“Los migrantes en situación irregular, demandantes de asilo y personas explotadas y víctimas de trata podrían estar especialmente en peligro ante la Covid-19 porque su entorno laboral o de vida podría exponerlos al virus sin contar con la protección necesaria”, advierten en un comunicado conjunto desde Ginebra.
Según los relatores, los Gobiernos deberían “adoptar medidas garantizando que cada individuo en su territorio nacional, independientemente de su estatus migratorio, tiene acceso a la sanidad, para poder lograr una contención de la Covid-19”. En este sentido, aplauden la decisión de “algunos Estados” de garantizar derechos de residencia temporal, como ha hecho Portugal al regularizar a todos los inmigrantes pendientes de autorización de residencia.
Los relatores también reclaman una “extensión automática durante al menos seis meses de todos los programas de protección y asistencia a migrantes en situaciones vulnerables y víctimas de trata humana cuya fecha de expiración esté cercana, para garantizar la continuidad de los procesos de inclusión social” de estas personas.