Abul Aziz es el hombre que impidió que Brenton Tarrant, el terrorista que atacó a dos mezquitas en Nueva Zelanda, continuara asesinando.

El atacante, un joven australiano de 28 años que ya se encuentra detenido, mató a 41 personas en la mezquita de Al Noor en la localidad de Christchurch y transmitió la masacre en vivo por Facebook.

Tras ese episodio se dirigió a una segunda mezquita, la de Linwood, en la que se encontraba Aziz, un afgano de 48 años. Allí también estaban otras 80 personas, entre ellos sus dos pequeños hijos.

Mientras el terrorista armado avanzaba hacia la mezquita, matando a disparos a quienes estaban a su paso, Abdul Aziz detuvo la oración para asomarse por la ventana. Cuando vio al atacante, vestido de negro, pensó que era un policía, pero luego vio dos cuerpos y escucho sus gritos con amenazas de muerte.

Fue allí que Aziz tomó lo primero que pudo encontrar, una máquina para cobros con tarjetas de crédito. Salió corriendo y le gritó "¡Ven aquí!".

Tarrante corrió a su auto para tomar otra arma, y Aziz le arrojó la máquina de tarjetas de crédito. El terrorista regresó, disparando. Aziz corrió serpenteando los autos estacionados frente a la entrada, lo que impidió que el atacante le hiciera un disparo certero.

Entonces, Aziz vio un arma que el sospechoso había abandonado y la recogió, apuntó y apretó el gatillo. Estaba vacía. Tarrante corrió de vuelta al auto por segunda vez, probablemente para agarrar otra arma más.

“Se metió en su coche y yo sólo tomé el arma y la arrojé a su ventana como una flecha y le rompí la ventana. Por eso se asustó y huyó en el auto”.

Por este hecho, Aziz ha sido calificado de héroe por prevenir que hubiera más muertes durante las oraciones del viernes. En esa mezquita hubo 8 personas fallecidas.

Latef Alabi, guía de oración de la mezquita de Linwood, aseguró que la cifra de muertes habría sido mucho mayor sin la intervención de Aziz.