La noción de que para producir energía sin contaminar (o reduciendo drásticamente la contaminación asociada, para ser más precisos) hay que gastar de más, sigue fuertemente instalada en el imaginario mundial y en nuestro país.

Sin embargo, es cada vez más frecuente ver calefones y paneles solares campeando sobre las nuevas edificaciones. Y no es casualidad: quiénes tienen vocación para cuidar el ambiente no necesitarán en el futuro “gastar algo más” para hacerlo.

Un reciente trabajo del Institute for New Economic Thinking de la Universidad de Oxford refleja que estamos en un período de diversidad energética sin precedentes, con las fuentes tradicionales de energía en valores convergentes a las energías alternativas, no contaminantes: la mayoría de las tecnologías tienen hoy costos promedio globales alrededor de los 100 dólares por MWh.

Aún más, las tendencias a largo plazo del estudio reflejan que, más allá de las ventajas ambientales que proporcionan, las formas alternativas de energía resultarán, en un futuro no muy lejano, más baratas que las contaminantes.

Ocure que los precios de los combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas, aún siendo tan volátiles, luego de ajustar por inflación, resultan muy similares a los de hace 140 años, y no hay tendencia de cambio en el rango final.  
Por ende, nada indica que este tipo de energía vaya a bajar significativamente su costo en el futuro, hasta su casi segura extinción.

La evolución histórica de los costos

La siguiente gráfica muestra la evolución, ajustada por inflación, en el costo de las materias primas y la generación eléctrica en el mundo, desde 1880.

La imagen muestra la convergencia de los costos en los diferentes tipos de energía. Gráfica: Trabajo citado
La imagen muestra la convergencia de los costos en los diferentes tipos de energía. Gráfica: Trabajo citado

Por el contrario, durante varias décadas los costos de la energía solar fotovoltaica (PV), eólica, hidrógeno verde y las baterías han caído exponencialmente a una tasa cercana al 10% anual. El costo de la energía solar ha disminuido en más de tres órdenes de magnitud desde su primer uso comercial en 1958.
Y mientas más se generalice su uso y mientras más se investigue y desarrollo, lo previsible es que su costo continuará bajando

El panorama en Argentina

A través de un pedido de acceso a la información pública, el periódico El Cronista accedió al detalle de los costos de cada una de las fuentes de generación de electricidad en el país durante los últimos años.

Cuando se considera el costo por MW generado resulta que la energía total generada en Argentina durante 2019 tuvo un costo promedio de 58,8 dólares por MWh, con la hidroeléctrica bien por debajo del resto (18,5 U$S) y la termonuclear como las más costosa (77,7 U$S).
El dato más interesante, es que las energías renovables (73 U$S) también convergen aquí con el costo de producir energía con combustibles fósiles (69,6 U$S).

La energía hidroeléctrica representa menos de un cuarto de la generación total pero es, por mucho, la más económica en Argentina. Tabla: elaboración propia en base al artículo citado
La energía hidroeléctrica representa menos de un cuarto de la generación total pero es, por mucho, la más económica en Argentina. Tabla: elaboración propia en base al artículo citado

Esto quiere decir, que toda nueva construcción o instalación, en hogares o instalaciones productivas de cualquier tipo, disponiendo del financiamiento requerido para afrontar el sobrecosto del equipamiento apropiado, podrá pagarlo con el ahorro generado en los consumos eléctricos.
Ha llegado el tiempo de financiar masivamente las energías alternativas.