El Papa Francisco sacudió la política internacional con declaraciones hechas en las últimas horas durante una conversación con directores de revistas culturales europeas de la Compañía de Jesús. Al ser consultado sobre cómo contribuir a la paz en Ucrania, el argentino sostuvo que "tenemos que alejarnos del patrón normal de 'la Caperucita Roja': la Caperucita Roja era la buena y el lobo era el malo" y agregó que "aquí no hay buenos y malos metafísicos, de forma abstracta".

"El mundo está en guerra. Hace unos años se me ocurrió decir que estamos viviendo la tercera guerra mundial a pedazos. Para mí hoy se ha declarado la tercera guerra mundial", soltó el Papa en su definición más fuerte.

En la conversación, que transcribió La Civiltà Cattolica, Francisco exhortó a mirar otros ejemplos más lejanos al mundo occidental como el caso del norte de Nigeria o el norte del Congo, recordar lo que pasó en Ruanda hace 25 años, mirar hacia Myanmar y los rohingya.

La máxima autoridad de la Iglesia Católica manifestó que las tropas utilizadas por los rusos están librando esta guerra con "brutalidad y ferocidad". De todos modos, añadió una advertencia: "El peligro es que veamos sólo esto, que es monstruoso, y no veamos todo el drama que se está desarrollando detrás de esta guerra, que quizás fue de alguna manera provocada o no evitada. Noten el interés en el testeo y venta de armas. Es muy triste, pero al final es lo que está en juego".

Sobre esta consideración, el Papa se vio obligado a aclarar que no está en favor de Vladimir Putin -"sería simplista y erróneo decir tal cosa"- y reiteró que simplemente está "en contra de reducir la complejidad a la distinción entre buenos y malos".

El Sumo Pontífice rememoró la charla con un jefe de Estado -al que no mencionó pero calificó como "un hombre muy sabio que habla muy poco"- que le manifestó su preocupación por la forma en que se movía la OTAN. "Le pregunté por qué, y me respondió: «Están ladrando a las puertas de Rusia. Y no entienden que los rusos son imperiales y no permiten que ninguna potencia extranjera se acerque a ellos». Concluyó: «La situación podría llevar a la guerra». Ese jefe de Estado supo leer las señales de lo que estaba ocurriendo", relató Francisco.

El error ruso y el heroísmo ucraniano

Para el Papa los rusos cometieron un error, ya que "pensaron que todo acabaría en una semana pero calcularon mal". En esa dirección, calificó al ucraniano como "un pueblo valiente, que lucha por sobrevivir y que tiene una historia de lucha".

Para el jefe del Vaticano, Ucrania "es un país rico que siempre ha sido dividido, desgarrado por la voluntad de quienes querían explotarlo". "Es como si la historia hubiera predispuesto a Ucrania a ser un país heroico. Tengamos en cuenta la identidad ucraniana en este momento. Esto es lo que nos conmueve. Me gustaría destacar este punto: el heroísmo del pueblo ucraniano", cerró el Papa Francisco.